Super Mario Odyssey y Zelda BotW: videojuegos que nos obligan a cerrar el pico
Super Mario Odyssey es una realidad, y me ha hecho darme cuenta de una cosa: que soy un bocachancla, o mejor dicho un tuiterchancla. Me encanta, cuando estoy jugando a algo que me enamora, buscar la foto perfecta, el ángulo ideal y enviar la captura de la pantalla a mis redes sociales para compartirlas con mis amigos. Lo hice en su momento con Fallout 4, y con Ghost Recon Wildlands, con TES Online y, por supuesto, con The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Sin embargo...
Sin embargo con Zelda la cosa fue diferente. Mientras en los otros juegos tuiteaba sin ton ni son y como loco cada vez que descubría algo que compartir, con las aventuras de Link la sorpresa era tan grande, tan pasmosa, que esperaba días, semanas incluso, antes de lanzar la foto al cyberespacio -toma palabra viejuna- para no hacer spoiler ni fastidiar a los jugadores que estuvieran explorando Hyrule. Con Super Mario Odyssey es casi peor.
El miedo al spoiler en Nintendo Switch
Me resulta interesante esta llamada a las armas, este temor, esta alerta generalizada de no compartir capturas de Mario o Zelda que puedan destruir la sorpresa a otros jugadores. Y digo que me resulta interesante porque es algo que no se da en otros juegos, en los que no hablar del final o de ciertas partes de su argumento es suficiente para sentir que no estás haciendo spoiler.
Con Mario y Zelda, o en Nintendo Switch, si lo preferís, todo es diferente. Mientras en Prey puedes compartir la imagen de un enemigo, en Wolfenstein 2 enseñas el careto del padre de Blazkowicz o en The Evil Within 2 no pasa nada por mostrar la ambientación de los nuevos escenarios, en Mario o Zelda basta una sencilla captura para que la gente se te tire al cuello gritando 'spoiler'.
Y con razón.
The Legend of Zelda: Breath of the Wild y Super Mario Odyssey son dos joyas de múltiples facetas que brillan gracias a su capacidad de sorprendernos. Desde tal o cual atuendo de Mario o Link hasta determinados escenarios o particularidades del juego. Desde un vídeo demostrando un uso diferente de los poderes de Link a un gif que encadene diversos movimientos y acrobacias de Mario. Recetas, criaturas poseidas, secretos... Todo lo que puedes compartir de forma hipotética se traduce en un golpe a esa aventura que queremos descubrir solos, lo que choca frontalmente con la vocación de estos títulos, de la que nos hablaba el otro día el amigo Adrian.
Una paradoja jugosa, de las que nos gustan en Mundogamers: por un lado, juegos que funcionan porque estamos deseando compartir el resultado de nuestras pesquisas con otros usuarios y amigos de la red. Por otro, juegos que pierden gran parte de su gracia si nos enseñan aquello que queremos descubrir por nosotros mismos y que hacen que estemos alerta ante cualquier intromisión social que desvele cualquier detalle del juego.
La paranoia está justificada, y no es para menos, porque tanto Zelda: BotW como Mario Odyssey son esa caja repleta de sorpresas cuyo unboxing no queremos ver. Nintendo ha logrado que los jugadores queramos ver las cosas de primera mano con dos títulos que, leía el otro día por ahi aunque no recuerdo donde, repite el fantástico doblete de 1991, cuando el mismo año salieron al mercado The Legend of Zelda: A Link to the Past y Super Mario World. ¿La conclusión? Ganas, muchas ganas de ver qué más tiene Nintendo preparado para los valientes usuarios que apostamos por su Nintendo Switch... y la petición de que tengáis cuidado con lo que compartís en la red, no hagáis spoilers a los que vengan después.
¡Nos leemos!
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