Super Mario Odyssey te ayuda a entender el speedrun
Hay muchas maneras de pasarse un videojuego. Con Super Mario Odyssey puedes encontrar perfiles muy distintos de usuario, desde el que disfruta de las vistas hasta el que se salta las reglas porque sabe que hay otra manera de llegar hasta el objetivo. Gracias al abanico de posibilidades que ofrece Cappy, cuantas más horas juegas más flirteas con lo segundo; no solo te apetece experimentar si puedes llegar a zonas recónditas realizando un buen combo sino que además Nintendo te premia por ello. Mario salta más alto y más lejos con un buen combo, lo sabes, lo pruebas y funciona.
A medida que vas sumando horas al contador esas piruetas van entrando dentro de tu repertorio habitual y no solo las utilizas, sino que además le pides al juego que te exija demostrar tus dotes como lanza-gorras en retos que te premien por ello. Los hay, y Nintendo ha sabido incorporarlos de tal manera que pueden llegar a convertirse en uno de los aspectos más adictivos de toda la aventura. Hoy vengo a hablarte de cómo las Carreras de Koopa me han hecho entender un poco mejor el mundo del speedrun.
Mario siempre ha sido un lugar idóneo para aquellos jugadores expertos en romper récords. Uno de los más habituales consiste en completar la aventura principal en el menor tiempo posible, los speedrun, donde Super Mario Bros. y esos 4:56:528 en los que hoy está fijado el récord mundial son algo fuera de lo común. Para llegar a esas cifras la gente se ha especializado en memorizar cada escenario para dar con el trazado perfecto, y además ha dado con técnicas que se aprovechan de fallas que consiguen rascar unas décimas más al contador final. Uno de los más populares es el flagpole glitch, una combinación de teclas en frames exactos que te permiten alcanzar la bandera sin llegar a ella. Peripecias a los mandos.
Hasta hace unas semanas ese terreno era de aquellos que veía con respeto, pero también desde la distancia, aunque con la implementación de las mencionadas carreras de Koopa en Super Mario Odyssey es fácil que te pique el gusanillo. Para quienes no las conozcan, son pruebas en cada mundo en las que debes alcanzar la meta antes que el resto de contrincantes, con el matiz de que no existe un camino a seguir. Tú eliges por dónde ir para llegar primero, y al final de la prueba obtienes una crono que se sube a unas tablas globales en las que puedes ver tu posición mundial y también la clasificación entre tus amigos. Es difícil no caer en el pique.
Empiezas quedando primero, entras a ver la clasificación online y te encuentras a más de quince segundos por detrás de la crono del mejor de tus amigos. Practicas, buscas rutas alternativas, lo superas e intentas perfeccionar tu trazado para que sea imbatible. Luego ves que no estás tan lejos de los primeros puestos globales y te pones a buscar cómo el líder consigue sacarte todavía más de diez segundos. Has entrado en la locura de los speedrun sin quererlo, porque Nintendo ha hecho que sea accesible, divertida y competitiva.
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