Super Mario Odyssey o Wolfenstein 2 ¿Quién ganará el 27 de octubre?
Apenas queda una semana para el 27 de octubre, y yo, como muchos de vosotros, estoy con una duda tremenda: Comprar Super Mario Odyssey o pillarme Wolfenstein II: The New Colossus. La primera parece la opción lógica para todos los usuarios de Nintendo Switch que quieran alimentar la consola con lo más gordo de Nintendo tras la salida de The legend of Zelda: Breath of the Wild en marzo de este mismo año.
Pero lo nuevo de MachineGames tampoco es moco de pavo, un Wolfenstein 2: The New Colossus que promete romper esquemas en la serie y recuperar ese tono de locura que tienen ahora los juegos de Bethesda. Un universo alternativo en el que lo cotidiano se da la mano con lo bizarro en esos Estados Unidos ocupados por las fuerzas del ejército nazi.
¿Plataformas evolucionado...
Tanto Mario como Blazkowicz prometen un regreso por todo lo alto en el que se van a notar los nuevos tiempos. Por su parte, Mario nos propone una forma de juego totalmente diferente con el uso de su gorra. Nos permitirá poseer a diversos personajes y disfrutar de múltiples formas de movernos, saltar y atacar aprovechando los puntos fuertes y debilidades de las criaturas poseidas.
Una jugabilidad que se promete rompedora y que se añade a un gran puñado de mundos con un enfoque inédito en la saga, como el de esa jugosa New Donk, y coleccionables muy diversos para apurar al máximo el nuevo gran juego para Switch. Junto a esto, guiños a la saga, mucha diversión y una historia que trasciende al clásico rozando el absurdo sin perder por el camino ni una gota de lo que hace a Mario un icono propio en la historia del videojuego.
...o FPS de última generación?
William B.J. Blazkowicz pasa de posesiones por la gorra y prefiere optar por mostrar su mejor perfil, el de un veterano que lleva demasiados años luchando contra las fuerzas del eje y cuya vida ha seguido mientras la guerra... la guerra ha cambiado mucho. La letalidad de Blazkowicz es ahora más patente, ya sea armado hasta los dientes o en silla de ruedas, pero lo que realmente parece destacar en Wolfenstein II es la forma en la que la propia historia de Blazkowicz enlaza con la de la ocupación nazi dando como resultado un nuevo enfoque familiar a la batalla clásica de la saga.
En Wolfenstein II Blazkowicz ya no es ese psicópata que asesina a multitudes de nazis llevado tan sólo por el adagio de 'matar nazis es divertido'. Ahora encontramos a un hombre adulto, padre de familia, que lucha por crear un mundo mejor para sus hijos. Una forma distinta de contar la historia que se empapa en el mundo y el escenario que le rodea para, sin perder ni una gota de su espíritu clásico, mostrar potra forma de plantear su mundo, sus objetivos y la necesidad de la libertad.
Al final nos toca decidir
Bueno, supongo que muchos os compraréis los dos juegos y a pastar, pero a los que como Blazkowicz tenemos que mirar los gastos para poder llegar a fin de mes, nos toca elegir con cuidado. Por un lado, Super Mario es la gran promesa del juego en familia, la diversión y la adictividad en letras mayúsculas y con luminoso de neón. Una opción que parece la lógica especialmente si atendemos a la forma de negocio de Nintendo y la certeza de que, por mucho tiempo que pase, el juego no va a bajar de precio de forma significativa.
Por otro lado, Wolfenstein II puede ser El juego de cara a los preparativos de las fiestas. El título que nos ayude a superar todo el estress de los preparativos y las reuniones familiares y nos invite a soltar adrenalina a tiro limpio. Sí, seguramente baje de precio mucho antes que Super Mario, pero a lo mejor resulta que este mes te apetece más matar nazis que poseer setas con la gorra. Y oye, las dos opciones son igual de válidas.
¿Comprar con cabeza, dejarnos llevar por los gustos o comer pan duro y no tener que elegir? Éste sigue prometiéndose como El Año del Videojuego, un 2017 que nos ha dejado mucho y muy bueno, y al que aún le quedan algunos golpes de efecto a tener en cuenta. Ojalá todos los meses tengamos decisiones tan duras como ésta, porque esto demuestra que el mundo del videojuego sigue gozando de muy buena salud.
¡Nos leemos!
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