Super Mario 3D World. Empezando el año con Mario
Super Mario 3D World es un excelente Super Mario. Ha tenido el gran problema de cara al público de parecer una versión ampliada de su versión Land, y puede que lo sea, pero el resultado es excelente. Super Mario 3D World no presenta exactamente un mundo en tres dimensiones clásico, se trata de una axonometría en la que uno de los ejes viene prefijado por un director de escena. Esto le da al juego un guion, un camino que seguir, una dirección fija y lineal al recorrer el escenario, lo que se traduce en que cada escenario sea una vía pero creada por la combinación de varias rutas que se fusionan con la tercera dimensión, rutas que rompen ese eje prefijado creando otras nuevas.
Esta idea es nueva, es algo así como coger varios escenarios de un Mario clásico, solaparlos y dejarnos recorrerlos o bien en su dirección principal o bien a través de ellos. A esto se le da otro giro más: los ítems. El cascabel que nos convierte en gato o la flor de fuego se aprovechan de este eje que el director de juego mantiene fijo para construir secuencias que recuerdan mucho más a un beat´em up, cuando recogemos el disfraz de gato, y a shooter de naves cuando nos quedamos con la flor de fuego.
La manera en la que se une el empleo de los ítems con esta tipología da escenarios consigue darnos situaciones muy especiales en cada nivel, y que logran a la vez diferenciarse muy bien los unos de los otros. La presencia de ítems como las monedas rojas, las monedas verdes, las ocultas y las estrellas nos siguen recordando que estamos en un videojuego de exploración. Unas sirven para guiarnos por el escenario y enseñarnos a disfrutarlos, otras para que indaguemos con más ahínco, y las últimas premian por esta búsqueda por el escenario. En el vídeo os pongo un ejemplo de lo bien que educa en este sentido Super Mario 3D World al jugador.
Super Mario 3D World ha sido tratado como el Super Mario tapado, olvidado o denostado, uno poco importante o del montón, pero lo cierto que ha sido capaz de volver a ofrecer un diseño de escenarios que es distinto con otras cosas vistas gracias a su particular morfología, en cómo el jugador avanza por él y en cómo este cambia en función de los objetos que recogemos, y eso es lo que los Marios hacen genial, entrega tras entrega.
Eso sí, aunque tiene la opción de multijugador a cuatro, y que está muy bien, los escenarios están pensados para disfrutarlos en single player; pero claro, jugar con colegas es tan divertido que qué demonios.
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