Star Wars Battlefront 2: Nos gusta quejarnos, pero ¿qué tal vamos de apoyo?
Star Wars Battlefront 2 sigue en el punto de mira de crítica y público. Tras el mareo de las loot boxes o cajas de botín y varios cambios de estrategia propiciados por la propia Disney, que no quiere ver revolcada por el barro a una de sus múltiples gallina de los huevos de oro, el sentir general de los usuarios que han comprado el juego, a día de hoy, es sorprendentemente positivo.
No nos engañemos, todo esto es un cara a la galería: volverán las oscuras loot boxes, de tu videojuego su estrategia a desplegar, y encandiladas por tu cuenta corriente, sin duda monetizarán... Pero esto es lo de menos, para eso estamos nosotros, para quejarnos, para llorar, para amenazar y para levantar el puño en pro de todo lo justo, lo bueno y lo sano del mundillo. Porque así somos nosotros, unos desprendidos de la leche. La pregunta que subyace es ¿Y qué hacemos cuando algo sí nos gusta?
¿Qué tal llevamos el apoyo a la industria?
Decía el otro día Raphael Van Lierop, autor de The Long Dark y mi tío chachi favorito de 2017, que si vamos a protestar por las loot boxes y queremos triple A sin microtransacciones, tenemos también otras opciones además del llanto, la queja y la no compra. La primera, comprar aquellos triple A que nos gusten y vengan sin micropagos. La segunda, darles feedback positivo, o lo que es lo mismo, hablar bien de los juegos buenos, que nos gustan y que son decentes con la comunidad. La tercera, apoyar el desarrollo de juegos que nos gustan y a las compañías que lo hacen bien, y reconocer los puntos positivos de aquellas que no nos gustan y lo hacen mal, para enviar un mensaje a las áreas de marketing y dejar claro qué queremos y qué no.
Creo que Van Lierop estaba siendo bastante certero en su mensaje, aunque sobra decir que no todo el mundo lo vió así. Nos gusta quejarnos y poner a parir lo que no funciona, pero ¿Qué hacemos con lo que sí funciona? Pues fácil: lo arrastramos por el barro como la famosa entrevista a Dave Cage, buscamos el bug tonto que tira todo el trabajo por tierra como pasó en su momento con Witcher III, o buscamos la peguita, la tontuna, el dato que falla en toda la enciclopedia del videojuego para sentirnos bien con nosotros mismos al demostrar que, buh, detrás del desarrrollo de años, de millones de dólares y de cientos de persona lo que hay, al final, es una mierda. ¿Hay 100.000 personas contentas hasta el extasis con su Xbox One X o su Nintendo Switch de lanzamiento? Pues buscamos las cuatro que han petado y lo difundimos. A nosotros nos van a engañar...
No podemos mantener un mercado de rémoras
Soy el primero que aconseja ver demos, vídeos e incluso alquilar antes de comprar, pero también os digo que es necesario apoyar al sector. También soy el primero que compra cuando puede una vez convencido de que el juego lo merece. Fallout 4, Witcher 3, GTA V, Zelda BotW y Super Mario Odyssey son algunos de los ejemplos de juegos que he reservado o comprado con sus pases de temporada cuando los había. Una forma de apoyar a sus compañías y sus formas de ver el videojuego, que me gustan. Es un esfuerzo económico, por supuesto, pero también una forma de asegurarme que tal o cual compañía seguirán haciendo juegos y de ir más allá del clásico 'lo molo todo como gamer porque pago en kickstarter'.
Que sí, que esperar a que los juegos bajen de precio están bien, pero una cosa es ser consciente de los gustos propios y saber cuándo comprar y cuándo no -algo que en Mundogamers os aconsejamos siempre- y otra muy distinta convertirte en una rémora oportunista que se mueve bajo mínimos, que sólo compra de super rebajas, pide prestados juegos y piratea mientras se le llena la boca de bilis a la hora de criticar a las compañías y cómo 'nos sablean' con sus micropagos, sus DLCs y sus juegos rotos.
Coherencia con TU afición
¿No os gustan las loot boxes? A mí tampoco, pero desde luego no las veo como el séptimo círculo del infierno desatado para amargarme la existencia a mí personalmente porque me odian. Nunca he necesitado pagar más allá del precio para disfrutar de mis juegos, y si la compañía se saca unos euros de aquellos que sí quieren pasar por el aro, pues bendita sea. Igual que no voy al Corte Inglés a prenderle fuego al área de gourmet porque me niego a pagar 15 euros por un paquete de fideos con trufa molida, tampoco entiendo ese necesitar demoler una forma de monetización que ni nos va ni nos viene en varios juegos que se han puesto en el punto de mira porque la moda, ay, la moda, así lo exige.
No me malinterpretéis, quejarse es bueno y sano, pero una vez has cogido el ladrillo tienes dos opciones: tirarlo en forma de protesta o usarlo para construir algo mejor. Si siempre lo tiras, a lo mejor es que el videojuego te importa una mierda y tú estás aquí sólo por el morbo de protestar por todo. Hay que quejarse de lo malo y apoyar lo bueno, porque un mercado exclusivo de rémoras es insostenible. No podemos esperar todos a que un juego baje de precio y luego quejarnos de que meten micropagos. No podemos exigir un juego con 100 combatientes elegibles y quejarnos de los DLCs porque 'antes venían todos en el cartucho' y olvidar que 'antes' los juegos apenas traían 10 0 12 combatientes, y eso con suerte.
No podemos, en fin, hablar de qué lección le damos a los niños con el pay to win cuando hablamos de videojuegos para mayores de 18 a los que los niños no deberían acceder. Y no deberíamos, en definitiva, ser los peores enemigos de esta, nuestra afición, mirando para otro lado cuando los estudios cierran por falta de dinero, riéndonos de las pocas ventas de juegazos sin microtransacciones como The Evil Within 2 o Titanfall 2, y luego darnos el golpe en el pecho de que apoyamos a la industria porque hemos puesto a parir a Star Wars Battlefront 2 y hemos conseguido que Disney -curiosamente Disney- les ponga las pilas en monetización.
Una vez más, estoy al 100% de acuerdo en que las loot boxes de Star Wars Battlefront 2 no eran el camino, como ya dijo Kysu, pero eso no quita para que comprenda que son una maniobra relativamente necesaria para EA. Una estrategia que les ayuda a manejar otras políticas con las que sí estoy de acuerdo, como su EA Access, la bajada de precio de sus títulos en poco tiempo y la inclusión de los DLCs en ediciones GotY. ¿Mi consejo? como diría el Boss, que disfrutéis de los videojuegos, os dejéis maravillar por ellos y no dejéis de permitir que su magia os rodee por estar obsesionados en conseguir encontrar el fallito y la peguita. Ese dato negativo que era el santo grial de los dueños de videoclub de los 90 y que les permitía mirar por encima del hombro al resto por ser los más amargados del local.
¡Nos leemos!
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