Square Enix te da un pin por comprar Kingdom Hearts II.5
Hace unos días presentaba Square Enix su edición coleccionista del Kingdom Hearts II.5 HD Remix en Japón. Era maravillosa: cajita negra, la 1.5 y la 2.5, libro de arte de cortesía (luego hablamos de ello), elementos extra relacionados con la franquicia de Square Enix y Disney… Una monería de edición, vamos. Lo normal para conmemorar una franquicia tan querida en todo el mundo, ¿no? ¿Saldrá en Europa y América? Yo pensaba que sí, pero la distribución occidental nos tenía preparada una carta un tanto peculiar: su edición coleccionista llegaría a Europa con un miserable pin de Sora y Mickey.
No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza a unos y otros. No sé cómo pueden llamar edición especial a una caja negra con el logotipo y un pin zarrapastroso, pero el caso es que lo han hecho. Entonces me ha dado por reflexionar al respecto de las ediciones coleccionistas actualmente para confirmar un hecho: no entiendo nada. ¿Os habéis parado a pensar que las ediciones coleccionista han perdido todo su flow? ¿Recordáis el swag de la edición Legendaria de Halo 3? Creo que el estatus de un juego que merece tener edición especial se ha dilatado tanto que cualquiera puede tenerla. Y a los hechos me remito:
¿Dónde está el límite? ¿Y qué puede explicar que juegos y obras tan sumamente lamentables puedan tener una edición especial? ¿Tiene sentido llamarlo “edición coleccionista” cuando cualquier persona puede tenerla? ¿Realmente venden tanto como para que las distribuidoras se lancen a “edicioncoleccionistaizar” (perdón) cualquier juego de cualquier franquicia de cualquier manera? De hecho, ¿cuál es vuestro consumo? Detrás de las ediciones especiales de juego debe haber algo que no comprendemos o a lo que no tenemos alcance como para que todas las empresas se hayan lanzado a su comercialización absurda.
Entonces, me paro a ver los juegos clásicos cuánto valen y cuánto se paga por un título en buen estado de Super Nintendo y me quedo con la boca abierta. Cualquier mierda del mercado, cualquier Rambo actual en 16 bits que mantenga su caja intacta y sus instrucciones completas se puede ir a los 30 o 40 euros sin ningún tipo de problema. La pregunta que me lanzo es sobre el valor mismo de esas ediciones no-coleccionistas en el futuro: ¿Tendrá algún tipo de valor el hecho de que un fulano haya conseguido mantener intacto el libro de ilustraciones random de Dead Space frente al producto original?
Va a ser muy difícil coleccionarlos en el futuro, más que nada, por la cantidad abrumadora de juegos que llegan a salir de esa categoría.
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