Soul Sacrifice Delta y la neutralidad

Soul Sacrifice Delta ya está disponible para PSVita. El título de Keiji Inafune, tan necesario en una portátil huérfana de Monster Hunter, regresa con una revisión de su primer título. En él encontramos nuevos escenarios, nuevos retos y rivales; pero lo que más llama la atención de esta nueva edición es la presencia de una nueva facción que añade, a las decisiones morales ya existentes: ser bueno o ser malo, la neutralidad.

 

 

Un añadido curioso que afina la ya de por sí cuidada narrativa de Soul Sacrifice. Esta mejora va de la mano de las nuevas demandas tras una generación empeñada en hacernos decidir en términos absolutos. Hemos tenido videojuegos como Alpha Protocol o Mass Effect que añadían esta neutralidad; llamémosla escala de grises, pero en videojuegos de primera línea a nivel de moralidad (Sí, Alpha Protocol es de primer nivel si hablamos de moralidad). Sin embargo, en otros como InFamous, que eso de ser héroe o villano parece que se puso porque lo pedían los tiempos y era lo que molaba, todavía no se ha dado ese pasito adelante ¿Por qué no puedo ser un villano que busca el bien a través de no importarme los medios para lograrlo? ¿Por que no transformarme en el salvador de la galaxia pero que no se me caiga ni una lágrima si tengo que arrasar un par de mundos para lograrlo? Nadie es bueno de manera absoluta o un malvado sin más, sin ningún motivo y sin matices. Este Delta añade esa nueva vertiente, por supuesto de un modo light, significando un plus de calidad de la narrativa moral en estos titulos.

 

Se presenta como una facción llamada Grimm, pudiendo ser activada en ese instante en el que tenemos que salvar o sacrificar, abriendo nuevas vertientes con respecto al juego original. Por supuesto, es necesario desarrollar una partida longeva para comprobar cómo funciona esta modalidad en nuestra lucha contra Magusar.  En cualquier caso, Soul Sacrifice resulta interesante por haber creado una trama que se adapta a la perfección a la fórmula caza-bichos heredada de Capcom, ligera pero cruda. Y en ella, esta adición se adapta bien.

 

 

Lo realmente curioso es que esta "neutralidad" también se presenta como un botón más, más bien como dos, ya que se toma ese camino con la pulsación de  la pareja que nos lleva por uno u otro camino moral; pero claro ¿entonces escoger el camino intermedio es un absolutismo más? ¿Cuántos más habría que incluir para matizar realmente nuestras decisiones y que fueran auténticamente nuestras? Ay... Los tiempos del caótico neutral...

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