Sony retrasa su evento PS5 de este jueves por el racismo y el odio desatados en EEUU: reacciones y lecturas

Tras varios meses esperando un atisbo de información sobre el futuro de PS5, la terrible situación por la que está pasando Estados Unidos en la actualidad ha motivado que Sony Interactive Entertainment retrase su evento. Tendremos que esperar, todavía queda por saber la fecha, mientras Sony anuncia en su comunicado que en este momento no quieren tapar voces más importantes en la actualidad informativa. 

 

 

Racismo, odio y destrucción

Es un texto difícil, una situación que va mucho más allá de la perogrullada, así que me perdonaréis si lo escribo a mi ritmo. Lo sucedido en EEUU, el asesinato de George Floyd, un hombre negro, a manos de la policía y el posterior estallido de odio y destrucción que se está produciendo me ha cogido totalmente desprevenido. Nací a finales de los 70, y crecí con noticias de esta índole en los telediarios. Figuras como Steven Biko, Nelson Mandela, Martin Luther King o, en un plano más activo, Malcolm X estaban presentes, algunos tras su asesinato, en miles de películas y series de televisión. Conocí a Rosa Parks gracias a la abuelita Winslow y al príncipe de Bel Air, entendí la dureza del racismo cuando detuvieron a Will y Carlton por conducir un cochazo en Atlantic City, y viví la tensión de los problemas de drogas y armas en los institutos públicos americanos en capítulos que denunciaban el problema racial de Estados Unidos. Capítulos en los que ni siquiera Steve Urkel consiguió arrancarnos la sonrisa por la dureza de la situación. Grita Libertad y Una Árida Estación Blanca, entre muchas otras, consiguieron que llorásemos, primero de dolor y al fin de felicidad cuando el apartheid desapareció de una Sudáfrica que por fin abandonaba una de las etapas más duras de la historia humana. Mientras, las secuelas de esa maniobra de introducción del crack en los barrios racializados para acabar con los Panteras Negras no dejaron de dar la cara con tres décadas de bandas, narcotráfico, torturas y asesinatos. 

 

Mi generación creció y tuvo la suerte de ver cómo el mundo se convertía en un lugar más justo, o quizá menos malo. El activismo por los derechos humanos evolucionó y contó con organismos internacionales que protegían a sus figuras. Ni el terrorismo más cruel ni la CIA más desatada consiguieron frenar tiempos de cambio, de mejora, de respeto y de integración. Quedaba mucho trabajo por delante, pero los resultados estaban ahí, en una policía comprometida a limpiar sus filas tras la revuelta de Rodney King en 1992 que retrató GTA San Andreas. En una sociedad más comprometida con los derechos humanos, en una lucha que, al fin, empezaba a mirar adelante y a pensar en nuevas causas justas que conquistar.

O eso quisimos creer.

La realidad en pleno 2020, un año que pasará tristemente a la historia, dista mucho de esa situación idílica que parecíamos estar viviendo. La brutal paliza policial a Rodney King se ha repetido, esta vez con letales resultados, y la protesta del pueblo se ha desatado. Algunas de forma no violenta, como el Blackout Tuesday en honor a George Floyd, otras algo más grises, como la amenaza de Anonymous, y otras explosivas y terribles en forma de disturbios, más asesinatos y destrucción. 

 

 

Sony retrasa su evento de PS5

Os suelto todo esto, perdonadme por ello, para que entendáis el terrible retroceso que hemos sufrido como sociedad. Un retroceso propiciado por la situación extrema del confinamiento, por la polítización del mismo y las brasas ahora ardientes de un racismo que debe desaparecer ya de cualquier sociedad y en cualquier dirección. La situación en EEUU es demencial, y en este estado de cosas son muchas las compañías y artistas que han decidido frenar su labor a la espera de soluciones. Unas soluciones que sólo pueden llegar en forma de juicio justo y sin ambages. 

 

La decisión de Sony de cancelar su evento de PS5 a la espera de una mejora en la situación no sólo es comprensible e incluso aplaudible, sino que además se suma a la condena de la situación a la que se une la competencia y el resto de compañías de videojuegos, que han hecho sus correspondientes comunicados. Una decisión que puede ser objeto de debate y tener muchas lecturas, pero que en ningún momento merece ataque alguno por parte del usuario.

 

Mucho menos cuando se tratan de ataques gratuitos y juicios de valor promovidos por una postura radicalizada y tremendamente lucrativa para quien esgrime la antorcha, sin miedo a quemarse el pelo. Sí, ojalá el evento siguiera adelante y así tuviéramos algo positivo con lo que tratar de suavizar lo duro que está resultando este año, pero Sony ha tomado su decisión y es respetable. No quieren ser el opio del pueblo ni anestesiar nuestros sentidos ante lo que está sucediendo, una decisión valiente al margen de que pueda ser positiva a largo plazo, o no, para la empresa.  

 

 

Las lecturas tras el retraso del evento de PS5

Las lecturas tras este retraso en el evento son muchas y muy variadas. No dudo de la buena fe de Sony de no querer tapar esas voces que condenan la situación actual en USA. Tampoco dudo de la poca conveniencia de anunciar algo importante cuando uno de los territorios más disputados en la competición Playstation-Microsoft no está para prestar oídos. No me creo las teorías conspiranóicas que dicen que Sony se aferra a lo que sea para retrasar su presentación -y aprovecho para pedir perdón por haber dicho a principios de año que el coronavirus parecía el perro que se comía las tareas de Sony, fue un comentario desacertadísimo hecho desde la más absoluta ignorancia-. Sí me creo, sin embargo, que estando las cosas como están cuesta salir adelante y hacer como si nada pasara. Eso hace que sea conveniente una pausa en la que tomar aire para poder continuar. Es difícil no querer levantar el puño en alto en respuesta y apoyo a quienes sufren, y esta es una forma tan buena como cualquier otra de llamar la atención sobre lo importante. 

 

Tendremos PS5, eso seguro, y todo parece indicar que los planes de lanzamiento de Sony continúan en la misma línea que hace una semana: The Last of Us Part II el 19 de junio y Ghost of Tsushuima el 17 de julio. Es posible que la cosa sea distinta para PS5 y se nos vaya unos meses atrás para principios de 2021 en vez de finales de 2020, aunque nada es oficial en ese campo. Lo que sí tengo claro es que no hace falta más odio, de eso este año vamos sobrados. Algunas respuestas al comunicado de Sony y a lo que está pasando en Estados Unidos me dan ganas de vomitar. Guardad la antorcha, todo el mundo tiene una, a veces dos, y tratad de luchar de otra forma por vuestras opiniones, principios e ideales. Haced caso a Morgan Freeman, Rosa Parks y Martin Luther King, y si tenéis hueco para un señor cis hetero blanco leed Voto a Bríos y Ronda de Noche de Terry Pratchett. Descubrid qué pasó aquella noche en la avenida Pastelitos, porque al final siempre son los mismos los que sufren, a manos de los malos... e incluso de los buenos cuando estos desatan su ira sin un objetivo claro. 

 

¡Nos leemos!

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