Sony pasa del E3 2019 y tiende la alfombra roja a Microsoft
Aunque el E3 lleva perdiendo fuerza desde hace años, con Nintendo pasando de los directos y compañías como EA o Microsoft lejos del Convention Center, nada había sido tan contundente como la ausencia de Sony en la gala del año que viene. Anunciarlo el día del quinto aniversario de PS4 quizás no ha sido la mejor elección, o tal vez sí, por eso de las cortinas de humo y por lo de intentar apagar un incendio con buenas noticias. Pero no sé yo si 86 millones de consolas vendidas sirven para tapar algo que ha sido titular en todos lados.
No era un anuncio que se viese venir, pero había motivos para pensar que esto podía pasar. Sony viene de un E3 con muy pocos nombres -aunque muy buenos-, de una gala que se alargó con fanfarrias y cambios de escenario en la que lo mostrado se cuenta con los dedos de una mano. Todo eso saldrá, presumiblemente, a finales del año que viene, y visto que no hay nada nuevo Shawn Layden y los suyos prefieren evitarnos el día de la marmota. Y ya de paso, preparar la expectativa de cara a PS5.
Esto está más que pensado. Tenemos un ejemplo relativamente reciente con el año de transición de Wii U a Switch, en el que Nintendo ofreció un E3 bastante pobre, retrasó Breath of the Wild y dejó un calendario yermo casi hasta el estreno de la sobremesa que hoy distribuye. Sony tiene la suerte de poder apoyarse en lo que está por salir y en los multiplataforma, que al final son lo que más vende, y prefiere guardarse lo que llegará con PS5 para un evento propio alejado de las fechas del E3.
Son varios desarrolladores los que afirman que la próxima consola de los nipones está prevista para 2020, así que la estrategia de Sony es clara: Ghost of Tsushima, Death Stranding y The Last of Us Part II cubrirán el cupo de exclusivos de finales de 2019 a principios de 2020, los multiplataforma irán llegando y el próximo PS Experience será el de la presentación de un nuevo hardware que ya tendrá su catálogo de salida preparadito. Algunas cifras y nombres bailarán, pero apuesto a que en líneas generales este es el recorrido a medio plazo que podemos ir esperando.
Pero aunque esté previsto, esto tiene un ganador colateral: Microsoft. Por mucho que el X018 no fuese para todos, es indudable que la marca Xbox está haciendo bien las cosas y que la próxima cita angelina se percibe como una oportunidad de oro para mostrar contenido propio, seguir sacando pecho con el rendimiento de Xbox One X y acaparar todo el apartado multiplataforma. En Redmond se frotan las manos, en Sony empiezan a sembrar la semilla del cambio generacional y Nintendo será la cara japonesa del E3. Casi parece que todos ganan, aunque por el camino se pierda la magia de un evento que no será lo mismo sin sus tres grandes.
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