Soñando con el regreso de Shenmue
Shenmue es una de esos nombres mágicos del videojuego, uno que traspasa las fronteras físicas del soporte que lo contiene, porque lo mejor de él es la idea, el concepto que le da forma. Shenmue es el sandbox en estado puro, uno que es capaz de hacer lo que ningún GTA ha sido capaz de hacer: llevar la propuesta de mundo abierto, no a una ciudad, sino a algo más difícil: a una habitación, a una casa y a un barrio.
Un sandbox al uso se libra de distracciones. Sí, tiene cosillas para hacer, minijuegos a desarrollar, pero carece de anécdotas del día a día, de hechos aleatorios, de la magia de perderse en un sitio. Si en un GTA acabas con el coche estrellado en medio de la nada, te agobias y resetas la consola, en Shenmue, te metes en una sala de juegos a jugar al Hang On. Shenmue es un sandbox, pero es a la vez lo más opuesto al sandbox moderno.
Recientemente, Sony ha puesto sobre la mesa su interés de llevar la saga a las consolas, y es peligroso, porque lo más probable es que fabriquen uno al uso ya que ¿sería rentable o económico llevar Shenmue 3 a PS4? Mataría por una revisión HD para PSVita en un pack de los dos primeros, pero el paso a una consola de nueva generación me parece un proyecto muy ambicioso, y capaz de llegar a un público muy limitado. No olvidemos que Shenmue no es un juego amigable en un primer contacto, como lo es la vida misma.
Pero soñar es gratis, y oye, hasta hay esperanza de que esa idea maravillosa tras Shenmue no se pierda en el intento de llegar a un mayor público. Una pista de que la magia tras su hechizo interesa y quiere ser escuchada la encontramos en la GDC del año que viene. Yu Suzuki dará una charla sobre la saga ¿Y quién la traducirá al inglés? Nada menos que Mark Cerny. Que el arquitecto tras Playstation 4 vaya a realizar esta labor puede entenderse como una muestra de respeto, no sólo a los fieles a la marca, sino a los que adoran el concepto detrás de Shenmue, uno cuya ambición no ha podido ser copiado ni emulado por otros.
Porque para resucitar a Shenmue, no necesariamente ha de llamarse Shenmue. Yo firmaría por un proyecto adaptado a los tiempos, que mantuviera la esencia, sin Sega de por medio y que esta vez sí tuviera un final. Pero aunque éste saliera, ¿se escaparía del territorio japonés y conseguiría llegar hasta nuestras tierras? No olvidemos que el producto que más se acerca a su planteamiento es Yakuza, y todos conocemos lo mal que ha funcionado la franquicia en nuestras tierras. De todos modos, y como siempre que aparece mencionado este nombre, tan sólo disfrutemos soñando con la posibilidad de que la historia de Ryo llegue, por fin, a su merecido final.
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