¿Son los servicios de suscripción el futuro?
¿Y si dejo de comprar juegos? Esa pregunta atravesó mi mente como un rayo al leer lo nuevo que se rumorea que traerá el Plus para febrero: Outlast, Bioshock Infinite y más. Y me pregunto esto al pensar en el usuario que la industria adora: el fan. Alguien que ahorra con pasión su dinero para lanzarse a la compra de la edición coleccionista en el mismo día del lanzamiento del juego. setenta, ochenta o noventa euros que se van. Pasa una semana y el juego está finiquitado, un mes a lo sumo. Esos setenta euros también.
Luego pienso en el otro tipo de jugador, el que la industria aborrece, el que aguarda, el paciente. Ése que decide esperar tres, cuatro meses e incluso un año por un juego, porque no hay prisa. Ése acabará desembolsando menos de la mitad de la mitad por dicho título, obtendrá lo mismo y, posiblemente, sea capaz de entender el título que ha pasado por sus manos como una experiencia, ese concepto tan manido, en lugar de como algo, como un producto por el que se ha pagado casi cien euros.
Soy consciente de que el segundo ejemplar es nocivo para la industria y para el costeamiento de las producciones AAA, pero también soy consciente de que hace mucho tiempo que los sueldos del españolito medio han dejado de tener cuatro cifras (el mileurismo va a llegar), sin embargo, no me gusta la piratería, quiero pagar por lo que disfruto para poder gozar de su contenido online, para que no me baneen la cuenta y porque comprar me gusta, que para algo curro. Entonces apareció el Playstation Plus en mi vida.
De un modo u otro, el segundo ejemplar de jugador es el que ha acabado siendo el más favorecido. Por menos de lo que vale un juego de salida, tenemos un amplio surtido de AAA en nuestras máquinas gracias a este servicio ¿qué no nos llegan en soporte físico? repito, por mucho menos de lo que vale un juego de salida. Sabiendo que si espero medio año, jugando a otros títulos mientras tanto, podré hacerme con Bioshock Infinite por el precio de una suscripción ¿por qué debería pagar por el juego en su día de salida? ¿qué motivación he de tener? ¿ahorrarme algún spoiler?
La cosa se pone más particular si somos conscientes de que Microsoft y hasta Nintendo (estos últimos el día que se sacudan ese miedo a internet tan de abuela), tarde o temprano, acabará también montando su propio Playstation Plus, generando la necesaria, deseada y apetecible competencia con el servicio de Sony. Es lógico pensar que esta pugna para que usemos uno u otro servicio aumentará el número de los juegos que nos ofrecerán y acelerará la salida de esos AAA, dejando de tardar medio año a tan solo un par de meses ¿y qué haremos los usuarios? Comprarnos las dos o tres consolas y sentarnos a disfrutar, lo que nos conducirá a comprar aún menos juegos ¿Y a qué nos acabará llevando esto?
Si seguimos con la reducción al absurdo, los títulos físicos dejarían de producirse, quizás sólo las ediciones coleccionistas y todos pagaríamos, únicamente, por la suscripción correspondiente, una que, de todos modos, parece inevitable tener que aforar para disfrutar del juego online en sí.
A mí este panorama me parece más que apetecible. Personalmente, hace ya bastante que he dejado de ver los videojuegos como productos o cosas, y sí como servicios o experiencias, y no hay mejor manera de disfrutar de estos que con una cómoda suscripción, como la del gimnasio. El mercado se está adaptando a algo que a mí me parece muy real, insisto, a mí: que comprar juegos físicos esté empezando a dejar de tener sentido por el mero hecho de que la oferta que se le puede aplicar tiene su límite, y los sueldos son escasos. Queremos jugar a muchos juegos, no dejan de salir día tras día y la forma dedisfrutarlos todos, curiosamente, pasa por dejar de comprar juegos.
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