Sombras de Mordor gana por eliminación

No esperaba absolutamente nada de La Tierra Media: Sombras de Mordor. Cuando lo anunciaron lo contemplé como una copia a Assassin’s Creed, un juego poco inspirado hecho sólo para vender y ganar dinero con los fanáticos y desprevenidos. Pero este está siendo un año muy particular. Watch Dogs ha resultado ser un chasco. Destiny está muy por debajo de lo que podría ser y ahora nadie parece acordarse de Titanfall. Pero allá donde voy veo artículos hablando sobre lo maravilloso que es el nuevo juego de Monolith. Hoy ha salido a la venta y estoy pensando si me lo compro o no ¿Qué está pasando aquí?

 

Quizá todo esto gire alrededor del hype. La Tierra Media: Sombras de Mordor ha llegado sin que nadie se lo esperase. Iba a ser un juego genérico y de pronto ha resultado tener algo; para ser específicos, su sistema de némesis parece ser toda una invención y me tiene intrigado. En vez de ser un globo desinflándose, este juego ha llegado ofreciéndose tal y como es. Quien quiera disfrutarlo, que descubra su gloria. En términos de lo que es un lanzamiento AAA, este es un juego honesto. Echamos de menos la honestidad, el entregar lo que prometen.

 

 

Si los dioses caen, la gente buscará en otra parte. La prensa de pronto se ha encontrado con una situación donde aquello a lo que tenía pensado agarrarse se viene abajo. Los tres grandes lanzamientos del año iban a ser esos juegos, aquellos de los que se habla durante meses, que tienen varias capas para explorar y desvelar, que atrapan con su calidad e innovación. Pero si se habla tanto de Destiny es por la “loot cave” o porque se ha descubierto que hay DLC bloqueado en el propio disco. Ahora la gente sólo menciona Titanfall para decir que es un juego que no atrapó a su público como esperaba. Y ya nadie recuerda South Park: La Vara de la Verdad. Ahora sólo existe Sombras de Mordor, que está cosechando notas sorprendentemente altas para un juego cuya primera impresión era “Assassin’s Creed con orcos”.

 

Ahora ¿cuánto durará esto?

 

“A buen hambre no hay pan duro”, dicen, y este año nos está dejando hambrientos. No hemos tenido un equivalente a GTA V, a Far Cry 3. Ahora Alien Isolation y The Evil Within se acercan; si logran entregar una obra mínimamente competente tendrán toda la atención de la prensa y acabarán llevándose varios GOTY porque, vista la situación, no estamos jugando en base a la calidad sino por eliminación. Si no hay grandes juegos, se forjan. Con esto no quiero decir que Sombras de Mordor sea un mal título; repito que es una obra que me tiene muy interesado y que, probablemente, acabe jugando tarde o temprano. Pero al ver toda la atención que recibe no puedo evitar pensar que se debe principalmente a que, ahora mismo, no hay nadie que ostente al trono de “gran juego de 2014”. Cualquiera que sepa dar una experiencia sólida tiene a toda la prensa con ansias de explorarlo, de analizarlo, de hablar de sus méritos. Si Destiny hubiera sido el éxito que todos esperábamos entonces Sombras de Mordor seguramente hubiera pasado sin pena ni gloria, casi como un puente hacia los juegos que están a punto de llegar.

 

Pero ahora mismo nos tiene a todos atentos. No hay nadie más que capte nuestra atención.

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