Sobre el precio de Oculus Rift
Es normal sentirse un poco triste, incluso algo enfadado o decepcionado, al conocer que Oculus Rift costará 600 dólares en EEUU. Nosotros, los europeos, podremos comprarlo por 700 euros, y esto sin incluir los gastos de envío. Internet se ha vuelto un poquito loco con la noticia, algo que no ha impedido que las reservas del producto estén copadas y que ahora mismo solo se pueda recibir uno para junio pese a que la fecha estimada de lanzamiento era abril.
Desde luego, Oculus Rift es caro. Sin embargo, cada uno tenemos un concepto de lo que es caro. No me las estoy dando de elitista aquí, ojo: comprarme Oculus Rift significaría no poder pagar mi piso ni comer en todo el mes, así que para mí es caro. Para otros, seguramente no. Al fin y al cabo, hay gente que se compró televisores de plasma u OLED cuando estos eran una tecnología puntera y valían más de mil euros, los valieran realmente o no.
En el caso de Oculus Rift, creo que está bien tener en cuenta esa analogía. En primer lugar, porque ahora mismo escribo esto desde un monitor IPS y he mirado mi móvil con una pantalla OLED según ha sonado un mensaje que esperaba. La tecnología es cara cuando se lanza, pero cuando pasa el tiempo, se abarata y es asequible para más personas. No todo el mundo va a pagar un iPhone, claro, pero yo estoy muy bien con mi Nexus 5 de 300 euros y un rendimiento fabuloso.
Estaré también encantado cuando Oculus Rift 2 o 3 o 4 se lance con mejoras sustanciales en la tecnología que utiliza, cuando la realidad virtual se haya asentado (si es que lo hace, claro) y cuando comprar un dispositivo sea mucho más barato que ahora mismo. Estar en la punta de la lanza y a la última sale caro, está claro, y para mí es lo que hay que tener en cuenta al juzgar el precio de Oculus Rift ahora mismo: es el primero de ente los primeros y es caro por esa sencilla razón: ni la tecnología está asentada ni la competencia ha empezado a lanzarse ni 'la masa' está enterada sobre de qué va todo esto.
Nada de esto va a ayudar a aquellos que opinen que tener un ordenador para la realidad virtual sale muy caro y que encima hay que pagar mucho por el Oculus Rift en sí. Tampoco va a aliviar a los que querían comprarlo y ahora ven que no pueden porque se les va mucho del precio. Esto son cosas que deben mirar más las compañías que nosotros, los usuarios. Al final, las Oculus ha fallado bastante con sus mensajes contradictorios, con su aparatoso CEO y con cómo han mareado la perdiz durante bastante tiempo con el asunto del precio.
Ahora solo queda esperar a que Valve y HTC anuncien el precio de Vive. Si mis predicciones sirven de algo, creo que Vive va a ser incluso más caro todavía que Oculus Rift y que esto puede ser muy peligroso para el futuro de la tecnología. Como ya os he dicho, me da miedo que la realidad virtual acabe siendo el Kinect de esta generación, no solo por lo malo que es eso para las compañías, sino porque esta vez parece que la tecnología realmente ofrece algo nuevo y distinto.
<< Anterior Siguiente >>