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Sobre Bayonetta 2 y The Last of Us

de lo mejorcito en videojuegos, y exclusivos
Por Adrián Suárez Mouriño

Dos de los mejores juegos de esta generación para consola (y de la siguiente, si me apuras): The Last of Us y la segunda entrega de Bayonetta han sido exclusivas agarradas con uñas y dientes, una de Sony, otra de Nintendo. Y han sido, y son, dos obras curradas y prácticamente perfectas que siempre se quedarán en nuestro recuerdo, y como ya he dicho, son exclusivas y de consola.

 

Con dos sectores que se están acercando tanto el uno al otro, en el que ya ha quedado claro que todos los cacharros que se les quiera añadir son superfluos, lo único que separa a PC y a consola son las exclusivas; bueno, eso y que una consola se queda tal cual todo su tiempo de vida. Salvo excepciones, claro está. No son solo el caballo de batalla de Sony, Microsoft y Nintendo, sino el auténtico y único motivo auténtico de decidir comprarse una consola, puesto que ahora con las maravillas de contar con los modders, las ventajas de Steam, los precios del PC y tantas otras cosas, ¿qué ventajas tiene tener una consola? Pues eso.

 

 

El apoyo de una grande, como Sony o Nintendo, tienen la virtudad de ofrecer producciones cuidadas y de rescatar del olvido maravillas como Bayonetta. El mundo habría sido un poco más oscuro sin la continuación de la bruja picantona, y Naughty Dog no sería lo mismo sin los mimitos de Sony. ¿Y habría sido posible Bayonetta 2 o The Last of Us sin el apoyo de quienes las apoyaron? Con el título de Platinum ya tenemos la respuesta. Sin embargo, en el último E3 se habló de que el tema de las exclusividades, pues como que no era muy importante, que donde realmente hay que poner el acento es en las ventajas temporales que ofrece cada consola para según qué juegos.

 

Pero esa táctica solo funciona para decidir entre una consola u otra, pero sinceramente, la batalla auténtica está entre si lanzarse de morros al PC y dejarlo todo atrás o seguir optando por las consolas. Ahí es donde las exclusivas tienen su importancia. Porque no hay que verlas como una maniobra de marketing (que también) para quedarse con un título y traer para sí a los usuarios, sino una manera de inyectar pasta a un proyecto para que esta tenga todo lo que quiere y sea lo que desea ser. Porque sin ellas no tendríamos Bayonetta 2 y siguiendo con esta reflexión pues igual tampoco consolas. ¿No os parece?


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