1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS5

Sin retrocompatibilidad no hay cultura, ni pasado ni historia

No es un servicio, es una necesidad
Por Adrián Suárez Mouriño

Seguimos a vueltas con la posible retrocompatibilidad de Playstation 5. Todavía no hay nada claro, son todo rumores, pero el motivo de por qué es clave o no que sí se produzca no es por ganar ninguna guerra de consolas. La retrocompatibilidad de PS5 tendría que llegar, sin excusas, y hasta la primera Playstation, una máquina clave para entender nuestro medio.

 

Pero siempre que se habla de retrocompatibilidad, o la mayoría de las veces, al menos, se hace refiriéndose a ella como una función más. Se intenta valorar su utilidad o no en función del número de jugadores que la disfrutan a diario, o se le achaca que vaya a existir como una excusa para no sacar nuevos lanzamientos. Pero este enfoque no es el correcto.

 

La retrocompatibilidad no debería validarse a través del número de personas que la usan ni tampoco debería ser considerada un servicio más. La retrocompatibilidad es una puerta hacia el pasado, hacia la historia de nuestro medio y hacia el estudio del videojuego. Muchas veces proclamamos que los videojuegos son elementos culturales e incluso con características artísticas, pero, ¿qué es el arte y la cultura si les arrancamos su pasado, su contexto o su historia?

 

 

Esta tendría que ser la perspectiva correcta. Aunque tú nunca, jamás, en la vida, fueras a jugar a un título de PSX en Playstation 5, deberías reivindicar su existencia si entiendes al videojuego como parte de nuestra cultura reciente. La función de retrocompatibilidad es algo así como un museo en el que consultas cómo se entendía el videojuego antes. Tú no vas a un museo a diario, a veces te pasas años enteros sin acudir a uno, pero necesitas que exista, comprendes que tengan que existir. Con la retrocompatibilidad sucede lo mismo.

 

Es por ello que es fundamental que cambiemos el discurso. Se necesita plena retrocompatibilidad de todas las máquinas si queremos hablar del videojuego en términos culturales. Si eres de los que dicen: ‘el videojuego es algo más’, tienes que acoplar a esa frase la siguiente: ‘por eso poder estudiar su pasado con la retrocompatibilidad es esencial’.

 

Es decir, la retrocompatibilidad no puede ser entendida como un producto o un servicio más. Hacerlo así perpetuará la situación que tenemos a día de hoy: que recuperar juegos del pasado tenga que ser hecho de forma ilegal, pirateando las consolas cuando agotan su ciclo de vida o emulando en PC. La ausencia de retrocompatibilidad es la prueba de que el videojuego sigue siendo más un producto que un elemento cultural.

 

En resumen: exijamos la retrocompatibilidad, pero hagámoslo a través de la perspectiva correca. Sin ella, no hay cultura.


<< Anterior Siguiente >>