Si tienes el Playstation Plus, has de jugar a Far Cry 3
Hoy los poseedores del Playstation Plus podrán tener acceso a Far Cry 3, Street Fighter X Tekken, Dragon´s Dogma Dark Arisen, Giana Twister: Sister Dreams y Touch my Katamari. Entre todos ellos, me gustaría destacar uno sobre el resto: el excelente trabajo de Ubisoft con su Far Cry 3.
Far Cry 3 tiene muchos motivos para ser disfrutado, y para que se recuerde pese a tener ya unos meses. Es un título inteligente y bien hecho, un sandbox frenético con pocos tipos de misiones pero todas ellas fantásticas. El juego sabe muy bien a donde quiere llevarte y cómo, haciéndolo directamente y sin excesos. Si hablamos de su jugabilidad, se pueden hacer sólo cuatro cosas, pero de nuevo, las cosas necesarias. El juego se conoce a sí mismo y pierde muy poco tiempo en ofrecerte banalidades. Eres Jason Brody y a tus amigos los ha secuestrado un pirado, tú logras escaparte pero tienes que rescatarlos. Pero claro, tú no eres más que un americano tonto, desarmado y asustado. Pero entonces la selva entra en juego.
Es fascinante, y se nota, cuando el escenario no es sólo un escenario sino un ente vivo, un personaje más en el juego. El título gana enteros, vida y credibilidad. Más cuando la propia jugabilidad se apoya tan fuertemente en él como un koala bebé a su madre. Para que Jason Brody pueda derrotar a sus enemigos, se arma con la única herramienta que tiene alguien que no posee nada: el sigilo. Con el gesto tan sencillo de esconderte en la selva, de necesitarla y de que te hagan aprehenderlo como jugador en los primeros compases de juego, tú, protagonista, mundo, misión y enemigos os volvéis uno. Porque es lo que todos haríamos. Nos libramos de chiripa de que nos rajen el cuello, nos largamos y nos escondemos.
Una suerte de chamán te tatúa el brazo con unos símbolos que te dan poderes. A medida que realices una serie de desafíos y obtengas experiencia, los dibujos aumentarán en número, así como tus habilidades. Estos garabatos, conocidos como los tatau, tienen formas de animales, y no es casualidad. Al principio buscabas refugio al cobijo de un matorral, al final acabas tú mismo transformado en una bestia de la selva, hasta el punto de abandonar el uso de armas de fuego y emplear, casi exclusivamente, el puñal del equipamiento básico. Tus colmillos. De jugar al escondite pasas a acechar a los enemigos, y de eliminar discretamente a ser una fuerza de la naturaleza; e insisto, siempre con una jugabilidad elegante y sencilla basada casi exclusivamente en agacharse y disparar.
La trama del juego, y la decisión final a la que te empuja, va de eso. En el mundo exterior, fuera de la isla de la que quieres escapar, eres un pringado, un tipo más, un número en una estadística. Pero aquí, asesinando sicarios, salvando a la chica y liberando a los indígenas de la opresión eres un héroe. La selva vive en ti, es como un parásito que cada vez se encuentra más cómodo en tus tripas. Te conviertes, poco a poco, en un ser casi todopoderoso. ¿Quieres mujer, familia e hijos o deseas que el poder de los tatau pase de la piel a tu sangre? Far Cry 3 te sumerge en esta pregunta, sin descanso.
Far Cry 3 es, por ello, un título inteligente, no hay nada de más, todo está orientado a llevar al jugador a esa decisión, a sumergirlo en los bosques, a emborracharlo con la certeza de que es uno con el entorno pintado por Ubisoft. Un producto redondo e inesperado, puro videojuego al que se le pueden poner muy pocas pegas porque tiene mucha alma en su interior. Si no lo habéis jugado en su momento, no dejéis de disfrutarlo ahora gracias al Playstation Plus.
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