Si queréis un buen RTS para Switch, probad con Bad North
Poco a poco, pero con buena letra, Nintendo Switch va sumando buenos títulos de estrategia a su catálogo. El combate por turnos está de buena salud, con joyas exclusivas como Mario + Rabbids y Octopath Traveler, y también buenas incorporaciones como I Am Setsuna, la trilogía Banner Saga, Darkest Dungeon, Worms W.M.D o Earthlock. El RTS, aunque no llega a ese volumen, también va engrosándose con indies como This is The Police, el notición de Diablo 3 y curiosidades como la que hoy traigo.
Bad North ha sido de esos lanzamientos que llegan a Switch el mismo día de su anuncio. Es un juego de estrategia en tiempo real creado por un estudio sueco de solo dos integrantes, y es la cosa más simple y divertida que os podéis echar a la cara si sois amantes del género y queréis algo con lo que disfrutarlo en Switch. Todo es gracias a dos sencillos ingredientes: rejugabilidad y buen diseño.
La idea parte de una premisa súper sencilla, la de defender una isla ante oleadas de enemigos. Si lo consigues pasas a la siguiente, y así hasta que acaben contigo o termines el juego. Porque esto es un roguelike con muerte permanente y tu invasión solo tiene dos posibles finales. Sin embargo, hay una pizca de originalidad que me ha llamado la atención, y es que en esta ocasión puedes tocar retirada y huir del terreno en uno de los botes que trae el enemigo. Si tu tropa llega, claro.
El paquete viene rematado con un sistema de progresión por batallones bien majo. Cada unidad, de nueve integrantes, puede cambiar de clase (arqueros, lanceros e infantería) y equipar objetos y habilidades con enfriamiento. Estas se pueden mejorar, y ya. La clave está más en la gestión de tu ejército en el terreno que de las particularidades de cada tropa. No es el RTS más complejo del mundo pero sí el que mejor funciona en un concepto de juego como el de Switch, con partidas cortas que llevar a cualquier lado y que, si quieres y te enganchas -y vaya que lo harás-, puedes transformar en sesiones de salón.
Además Bad North incorpora control táctil para el juego fuera del dock, y es un añadido que con práctica te permitirá mover las tropas al cuadrante que desees con más rapidez. Quizás por costumbre prefiero el control analógico, pero hay que reconocer que el juego con la pantalla está bien resuelto. Resumiendo, por el precio (no llega a 15 €) y por lo que trae, estamos ante un imbatible en relación calidad precio. Más como este en Switch, por favor.
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