Sí, necesitamos modos y mucho contenido en cada juego
Lo de cuánto contenido tiene que incluir un juego es un tema curioso. Hablaba de ello nuestro amado líder Vic Junquera en los comentarios del podcast de la semana pasada: que siempre acabamos jugando a lo mismo, y no le falta razón (a nuestro líder nunca le falta razón). Llevo ya un par de semanas jugando a Black Ops 3, y aunque le he dado al modo zombies y a la campaña por aquello de hacer su análisis, a lo que más he jugado es a lo que siempre juego en los Call of Duty: al modo Dominio, y tampoco lo he hecho con armas distintas a las que uso habitualmente, yo siempre me acabo cogiendo un subfusil, y sálvese quién pueda.
Si pienso en Street Fighter IV y sus cuarenta luchadores, he de decir que yo siempre he jugado con Chunli, Adon y Feilong; curiosamente, creo que no he jugado más de dos partidas controlando a Ryu y a Ken; pero bueno, eso ya es una obsesión particular de no dejarme seducir por su control extremadamente accesible, contundente y sensual, no me gusta jugar con shotos.
Estos dos ejemplos es para mostrar que aunque yo pido siempre más contenido como el que más, realmente nunca juego a todo lo que trae un título. Hay modos de Black Ops 3 por los que solo he pasado por conocerlos, y lo mismo puedo decir de Street Fighter IV; incluso en la beta de Street Fighter V apenas he jugado con más personajes que Cammy. ¿Eso quiere decir que si me dieran un solo personaje y un único modo bueno me contentaría? Pues claro que no.
Los diferentes modos de juego y personajes, y en cantidad, son muy necesarios, pero no pensando en el jugador individual, sino en la comunidad. Es extremadamente necesario fragmentar a los jugadores a través de los distintos modos de juego, hacer que cada uno se dedique a un punto en concreto del juego para que tú veas que hay actividad en cada modo; y de nuevo ¿por qué? Por poder sentir que aunque tú lleves jugando al mismo modo de juego desde hace diez años, lo haces por decisión propia, no porque el videojuego te esté obligando a hacerlo por no tener más opciones.
Es algo similar a lo que pasa con los QTE, te fastidian porque el videojuego te obliga a hacer una secuencia concreta de acciones que tea manifiesta como si fueras tonto, eso es lo mismo que puedes llegar a pensar si un videojuego solo tiene uno o pocos modos de juego. Luego por supuesto existe otro factor: aunque quizás solo juegue a Dominio hasta el fin de mis días, necesito saber que si me aburro de este tengo otros modos para escoger, aunque nunca lo haga realmente, pero necesito saberlo.
Ocurre lo mismo con las armas del juego, los especialistas o los distintos personajes de Street Fighter IV ofrecen eso: elección, desahogo y la sensación de libertad. Un videojuego que carezca de estas opciones se hace incluso claustrofóbico, hasta haciéndote abandonar la partida o dejando el videojuego por esa sensación de falta de libertad; así que ¿jugaré algún día a todos los modos de Black Ops 3 o con todos los personajes de Street Fighter IV o V? Lo dudo, pero necesito ahí todo ese contenido, y también que siga creciendo.
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