Si los editores permitieran enfermedades y taras
Sims 4 ha presumido, durante la conferencia de EA en la Gamescom, de un potente editor de personajes, un elemento fundamental en el juego. Al verlo, me he preguntado por el uso real de estos en un mundo tan políticamente como el nuestro.
Al final, un editor de niveles queda condenado a que retrates tu proyección perfecta, o a ti mismo si te molas lo bastante; lo malo es que los defectos asociados a tu cuerpo o las relaciones del mundo contigo en base a tu físico, raza, creencias, modo de vestir o tatuajes no queda reflejada en tus aventuras. ¿Por qué me permites hacerme a un tipo gordo si nadie me va a llamar bola de grasa por la calle? Lo mismo ocurre con los sexos, razas, edad y otras variables; elecciones únicamente sobre la mesa para acercarnos a un dibujo en nuestra mente, y nada más.
Cuando se quiere añadir este tipo de matices, lo que se hace es inventar razas o tirar del imaginario ya conocido por todos: enanos, elfos y orcos, o una variante de alguno de ellos. Por supuesto que la petición de añadir la posibilidad de un mundo que discrimine a los demás no es posible en un planeta Tierra plagado de rat-kids y catetos que aplauden meterse con cualquiera que sea diferente; además de que muy poca gente se llenaría de defectos o de una combinación de clases que afectaran negativamente a su avance en el juego.
En ese caso, una opción a añadir seria la “generación aleatoria de defectos”, de manera que nosotros nos hacemos a nuestro personaje ideal, pero que una serie de factores lo alteran de manera aleatoria, con enfermedades, taras físicas e implantación de imperfecciones basadas en condicionantes como sexo, raza y edad, por ejemplo. Hasta enfermedades, como sucede en Rogue Legacy que nuestros descendientes llegan con una enfermedad.
Por supuesto, esto debería incluirse en el juego; sí, con mofas hacia ciertas combinaciones, la facilidad de hacerte unos u otros amigos también en relación con ella y hasta la posibilidad de cambiar, mejorar, ligar o no, y tratarte de tus estados o enfermedades ingame, sin posibilidad de resetear la partida para elegir una mejor combinación.
Será entonces cuando, personalmente, entienda los editores en un juego de rol, porque mientras tanto haré como hacemos todos: hacerme a una pelirroja ligera de ropa; ya que afecta tan poco al título, pues que por lo menos me alegre la vista.
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