Shaq-Fu (y tantos otros). Nadie os ha invitado a la fiesta
Nadie los ha pedido. Existen ciertos títulos, bien sea hablando de cine, música o de lo nuestro, videojuegos, que regresan sin que nadie lo haya demandado. El crowfunding ha traído mucho de esto. Aquí ya hemos hablado de cómo Boogerman lo pretendió y hasta James Pond, dos personajes que obtuvieron una fama, digamos relativa, como una gracia de twitter que conoce un par de días buenos de fama.
Y ahora le llega el turno a una supuesta secuela de Shaq-Fu, un chiste absurdo que conoció un instante de gloria, más por lo WTF que era que por su propia calidad. ¿Un título de lucha inspirado en un jugador de basket? ¿Por qué no? Si Treasure le hace un juego a Ronald McDonald todo vale, debió de pensar alguien. Bien ¿pero plantear una secuela? Son ideas disparatadas, las leo en los medios y no me las creo, me resisto a hacerlo, como cuando cierto personaje invoca el nombre de una posible tercera secuela para Final Fantasy X. Vamos a frenar.
Se sobreestima demasiado el valor de una franquicia o de un nombre, cuando lo que de verdad vale la pena es una idea y la manera de desarrollarla. Evidentemente venderá más si viene envuelta en un paquete conocido, por el mero hecho de que internet ya tiene indexadas páginas en las que se habla de una primera entrega. Hay nombres como Tomb Raider que tenían que volver, había algo más que contar y el medio estaba preparado para recibirla. Se pedía su regreso ¿Shaq Fu, Lighting y tantos otros? No, porque no dejan de ser ejemplos de que hacen falta nuevas ideas, sean luego sus juegos mejores o peores.
Pero el ser humano es vago, apoyándose demasiado en un nombre y olvidándose de que lo que un jugador quiere realmente es conocer el corazón de la experiencia a degustar. Square-Enix es un ejemplo de esto, ha explotado tanto el nombre de su franquicia estrella que ha conseguido que cuando se mencione, los usuarios recelemos, y eso que hasta esta generación no había Final Fantasy malo, pero hemos llegado a un punto en el que los nombres han perdido su valor, sólo Rockstar y dos más son capaces de mantener la cabeza alta a este respecto. Nos dicen que llega una secuela de algo y no sabemos ya ni qué pensar. Con esto por bandera, está claro que si nos sugieren que un juego absurdo de la era de 16 bits regresa nos da la risa. Nadie lo ha pedido.
La idea de una secuela de Shaq-Fu es como un chiste, como un resumen perfecto de lo que sucede en tantos medios, como en el nuestro ¿Un Onimusha para navegadores, un Persona de baile, una secuela de un mal producto basado en un personaje de basket? En fin, twitter necesita chistes nuevos.
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