Shadow of the Tomb Raider tiene prohibido decepcionarnos
Una de las cosas que más destacamos del reboot de Tomb Raider es la propia Lara Croft. En los últimos juegos, nos encontramos a una Lara inexperta, una joven protagonista que no tiene ni idea de lo que está haciendo (al menos al principio) y hasta tiene miedo. Esa forma de llegar al jugador, que ya conoce otro perfil de la misma Lara, es sobresaliente. Y más cuando lo haces con un personaje que rompe con la sobresexualización que ha sufrido hasta ahora. Por eso, Shadow of the Tomb Raider lleva consigo una gran responsabilidad: la de no poder decepcionarnos.
Tras las filtraciones sufridas esta misma mañana, se ha hecho oficial: Shadow of the Tomb Raider se estrenará el próximo 14 de septiembre y estará disponible en Xbox One, PlayStation 4 y PC. De aquí a abril conoceremos más detalles sobre el juego, pero más allá de su jugabilidad, todas las mecánicas o el apartado gráfico, este título es más importante de lo que sus propios desarrolladores creen. Con Shadow se pone el punto y final a un reboot esencial en la saga. Un reboot que ha tenido sus más y sus menos en todos los sentidos, pero al que no se le puede negar el valor de buscar una evolución en todos estos años que Lara Croft lleva con nosotros. Es lo mismo que ahora se pretende con la nueva película, protagonizada por Alicia Vikander: Ya conocemos a la Lara experta que respira determinación por cada poro, ahora necesitamos conocer sus orígenes.
Aquí es dónde entra Shadow of the Tomb Raider: el final de un principio que es tan necesario como todo lo que se ha contado antes y como todo lo que, espero, pueda llegar a contarse después. No se trata de traernos un buen juego en sí, en lo más técnico, sino de saber continuar con esa esencia que respiran Tomb Raider y Rise of the Tomb Raider. Es difícil, eso está claro. Mantener una buena línea en una trilogía a la vez que nos intentan traer algo nuevo puede ser todo un desafío. Pero no podemos dudar del talento de Crystal Dynamics… ¿no?
Tendremos que esperar hasta septiembre de este año para conocer si este juego será verdaderamente la conclusión que queríamos. Más les vale a los de Square Enix, que nos han tenido dos años bebiendo de rumores de su desarrollo. En sus manos tienen ahora el ser capaces de colocar la guinda en el pastel, trayendo un juego que nos deje satisfechos. Bueno, más que satisfechos, que nos permita sorprendernos a la vez que nos lleva a esa sensación de que esto se termina. Termina, sí, termina una saga, pero también hay que saber dejar un mensaje final: Lara Croft es eterna.
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