¿Será Ashe un personaje difícil de controlar en Overwatch?
El Reino Público de Pruebas de Overwatch ha recibido esta semana a su heroína número 29, Ashe. Sí, a nadie se le ocurrió un nombre mejor para un personaje femenino con el pelo blanco, como si no formara ya parte del elenco del videojuego más popular, salvando las distancias con Fortnite. Pues no es que Blizzard le haya quitado a Riot su Ashe, sino que ha creado la suya propia y viene con una especie de Braum incorporado. De hecho, hasta el nombre empieza por B. Pero de la pesadilla en la que puede convertirse Bob hablaremos un poco más adelante.
Ashe puede ser la pesadilla de muchos y el sueño de una noche de verano para otros. Es una pistolera con un daño y una precisión muy superior a lo esperado, con habilidades versátiles y potentes (que ya sabéis que en Mundogamers somos mucho de potencia). Esa versatilidad y ese gran poder se basan en tres habilidades:
Víbora: El rifle de palanca de Ashe viene equipado con dos modos de fuego. Por un lado, el semiautomático, rápido pero con gran dispersión; y precisión certera, que permite apuntar bien y aumentar el daño a expensas de la velocidad. Así, nuestro estilo al atacar puede cambiar según la situación y lo que requiera la partida.
Recortada: El arma secundaria, de corto alcance y gran efectividad, inflige mucho daño y repele a los enemigos cercanos para despejar el camino. Además, Ashe puede utilizarla para impulsarse hacia atrás y obtener más movilidad, lo que la hace un poco Starlord también. De verdad, a mí la mezcla de Western-futurista me vuelve loca. Menos en la película de Cowboys & Aliens, eso sí que no.
Dinamita: El recurso de Ashe que más está dando que hablar. Usar esta ha bilidad nos permite lanzar un explosivo que estalla tras unos instantes en una deflagración brutal que daña y quema a los enemigos. Además, Ashe puede disparar contra los cartuchos para que estallen antes.
Y luego está Bob. La habilidad definitiva de Ashe invoca a su fiel compañero ómnico, Bob, que carga hacia delante, lanza por los aires a los enemigos y reparte fuego de supresión con los cañones de sus brazos. Vamos, telita. Para que los que no seamos muy de Overwatch pero sí muy de League of Legends lo entendamos mejor: una mezcla entre Tibbers y Rumble, pero con el aspecto de Braum robótico.
Bob funciona como si fuera un jugador independiente. De repente la partida se desequilibra y tenemos a un señor ómnico pegando a diestro y siniestro, como si no lo manejase una inteligencia artificial y realmente respondiera a los mismos estímulos que un jugador puesto de Monster. Porque encima es eso, nosotros liberamos al Kraken (o en este caso, a Bob), y nos lavamos las manos. Anda, hijo, destruye lo que quieras.
No creo que Blizzard tarde mucho en reajustar a Ashe. O al menos eso espero. En realidad siempre le pasa lo mismo con todo (yo siempre me acordaré de la Hidra Ponzoñosa de la hechicera de Diablo III) y al final no sabe muy bien cómo nerfear ciertas cosas. Pero, sí, está claro que Ashe es carne de nerfeo y que se necesita de cierta habilidad para poder exprimir todo su potencial. Que usar todos los recursos de nuestra nueva waifu sin conocimiento está bien, pero es mucho mejor hacerlo con cabeza. Tendremos que esperar a que salga en el servidor oficial para ver cómo se porta.
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