1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Semana Fallout: celebra con nosotros el día de las bombas

La guerra que no cambió nunca
Por Rafa del Río

Esta semana Fallout se viste de gala para conmemorar uno de los días más recordados de la historia de la humanidad. El 23 de octubre, mientras algunos se preparan para vaciar calabazas y llenar sus casas de recortables de murciélagos, arañas y fantasmas, los yermenses conmemoramos el fin de una era y el inicio de una nueva esperanza. A poco más de 3 semanas del Día de la Reclamación, el Día de las Bombas se convierte en un recordatorio de que la guerra... la guerra no cambia nunca. 

 

fallout dia de las bombas

 

El día de las bombas

El 23 de octubre de 2077 las tensiones entre 'el bloque rojo' y 'el mundo libre' por la crisis energética iniciada en 2050 terminarían estallando en la conocida como la Gran Guerra. Un conflicto que sucedería a la Guerra Energética y que culminaría con un ataque núclear combinado que desataría toda la furia de las bombas atómicas entre y sobre Estados Unidos, Unión Soviética y China. Durante dos horas, la atmósfera terrestre fue testigo del intercambio de misiles nucleares que cruzaron el planeta de este a oeste, de oeste a este, asolando la corteza terrestre y acabando con el mundo tal y cómo lo habíamos conocido.

 

Poco se sabe de la situación en el este, aunque es de sospechar que hubo supervivientes en todas las zonas. En Estados Unidos, la tecnología de la empresa Vault-Tec permitió rescatar a varios miembros de la sociedad en múltiples refugios. Si bien en algunos casos, la inmensa mayoría, la finalidad de estos refugio distó de ser la supervivencia de ese grupo determinado. Lejos de ello Vault-Tec, amparada por el gobierno, aprovechó la situación para llevar a cabo distintos experimentos prohibidos de corte sociológico, político e incluso genético para conseguir distintas herramientas con las que perpetuarse en el poder y ganar una guerra que no sabían que había acabado ya. O quizá no. 

 

fallout vault boy día de las bombas

 

La guerra no cambia nunca

La caída de las bombas, el posterior apagón y el paso del tiempo sin un gobierno constituido sirvió para que distintas facciones trataran de hacerse con el control del yermo o, en el caso de los privilegiados supervivientes del Refugio 76, intentaran reconstruir América en la zona menos dañada por el holocausto núclear de West Virginia. Tristemente no todos compartían sus intereses, y mientras el mundo se poblaba de experimentos fallidos como los super mutantes, necrófagos hambrientos, saqueadores sin escrúpulos y yermenses con una diana en el pecho, la evolución natural demostró que la guerra... la guerra no cambia nunca.

 

Lejos de unir fuerzas, las distintas facciones de los distintos yermos en los que la humanidad comenzaba a despuntar convirtieron ese mundo derruido en un nuevo escenario de batalla en el que el Instituto y la Hermandad del Acero pugnaban por hacerse con el control junto a pequeñas facciones como La Legión del César y los Grandes Khans de New Vegas, la Compañía Talon y el Ferrocarril de Yermo Capital, los Minutemen de la Commonwealth y el Enclave en West Virginia. 

 

Algunos Elegidos, supervivientes que vivieron el holocausto en Sactuary Hills, refugiados en busca de su padre y víctimas amnésicas de un ataque que nunca entendieron demasiado bien, lucharon por hacer de este mundo un lugar mejor. Sin embargo, ni siquiera el esfuerzo combinado de la élite del Refugio 76 fue suficiente para acabar con las más bajas pasiones de la naturaleza humana y retomar una sociedad que se había sacrificado a sí misma en aras del poder. 

 

hermandad día de las bombas

 

Feliz 23 de octubre

El 23 de octubre celebramos, en fín, el inicio de una de las sagas más potentes de ciencia ficción que existe en la actualidad en nuestro catálogo de videojuegos. Cientos de horas de conversación, diálogos, exploración de alcantarillas, túneles, minas, casas abandonadas, fortificaciones, pueblos perdidos y hasta portaviones aéreos se dan la mano en una saga que, para muchos, se ha convertido en algo más que un simple videojuego. Yermenses, refugiados, comerciantes, supervivientes, soldados y saqueadores de todo el planeta se unen en West Virginia o regresan a la Commonwealth, a Washington y al desierto del Mojave para rendir tributo a una IP que marcó la forma correcta, el estilo y la esencia de una manera de hacer videojuegos. 

 

Un reguero de cadáveres de necrófagos, supermutantes, saqueadores, Yao Guai y ratas topos marcan nuestro camino a lo largo del holocausto nuclear junto a terminales hackeadas, cerraduras abiertas, ganzúas rotas, casquillos de bala, cabezones y conversaciones míticas que nunca olvidaremos. Un camino que podría seguir esta semana de la mejor forma posible con la réplica de una pistola de plasma a tamaño real y un año de Fallout 1st en Fallout 76. Si queréis saber más, echad un ojo al sorteo que celebramos con la colaboración de Bethesda esta semana para celebrar el día de las bombas. Yo, mientras, como no puedo participar me vuelvo a West Virginia para hacer del yermo un lugar mejor para todos. 

 

¡Nos leemos!


<< Anterior Siguiente >>