Sega quiere hacer películas con sus clásicos

Hoy mismo se ha sabido que Sony podría estar preparando una película de Mario. Más allá de las peleas entre Nintendo y PlayStation, la relación de esas dos empresas en cine y videojuegos podría resultar interesante. La antonimia hecha noticia llega con uno de los hechos absurdos de la jornada: Sega no descarta trabajar en llevar alguno de sus clásicos básicos al mundo de las películas. ¿Cómo? De momento aliándose con Stories, una productora japonesa con filial en Estados Unidos que apunta a estar detrás de algunas creaciones en forma de película. Entre los nombres los que imaginas, ya que a Sega buenos nombres no les falta; lo que sí falta es creatividad.

 

Los bandazos de la compañía del erizo vienen siendo surrealistas en los últimos años no es que lo diga yo: se empeñan en demostrarlo ellos con cada cosa que sacan al mercado en el campo del clásico. No sé si seré yo, que la lumbalgia me está matando o el olor a Reflex que me ha intoxicado, pero me he parado a pensar en lo estúpido de la idea. ¿Apetece ver una película de Streets of Rage en pleno 2014? ¿Recuerda Sega, de hecho, qué era Streets of Rage? Es más: ¿Tiene algún tipo de interés comercial el lanzar una película de algo en Sega que no se llame Sonic? No olvidemos que el personaje a nivel jugable puede dar risa, pero en todo lo demás es un genio de vender muñecos. Lo fue en los noventa, lo fue en los 2000 y lo sigue siendo ahora.

 

El medio cinematográfico es un gran desconocido para mí: no tengo ni idea de cuánto puede costar hacer una película decente hoy en día. Y digo decente: con sus actores potables, su producción normalilla y algo que, en definitiva, se pueda ver, pero dudo que sea mucho más caro que desarrollar un videojuego decente. Y cuando digo decente hablo, por ejemplo, de Strider, que fue un grandísimo homenaje envuelto en una caja humilde pero más que funcional. ¿No se podría hacer juegos así con estudios interesantes capaces de resucitar entregas míticas con un presupuesto ajustado? Se puede negociar de mil maneras; otra es que estén dispuestos a hacerlo.

 

¿De veras puede ser rentable lanzarse al cine con esas franquicias y no al mundo del videojuego? El caso de Streets of Rage es particularmente doloroso: se sabe que no han sido pocos los proyectos cancelados relacionados con un hipotético retorno. Si bien es cierto que, probablemente, mejor eso que un Beast Rider o un Altered Beast de PlayStation 2, cierto. Una nueva indecencia de Sega. Están a tiempo de recapacitar.

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