Sea of Thieves, Yakuza 6, Extinction y la ética de lanzamiento
Estoy molesto y mosqueado. El análisis de ayer me dejó tocado. Tocado porque por mucho que uno intente hacer las cosas bien, dar un punto positivo y tratar de aportar un poco de buenrro a este mundillo tan vinagre, al final siempre hay alguien que logra que tengas que ponerte malaje y borde con su trabajo. Tocado porque, por muchas vueltas que le dé, no consigo arrepentirme de ni uno solo de los puntos negativos que le colgué ayer a Extinction. Más allá, incluso tengo la vaga sensación de que tenía que haber aprovechado, haber 'cogido collá' que dicen en mi tierra, para meter más caña al lanzamiento en cuestión.
Un marzo de grandes juegos
Marzo ha sido demoledor. Un mes de esos en los que mola muchísimo ser redactor de videojuegos, o al menos videojugador. En un sólo mes he tenido la suerte de probar un gran puñado de títulos de gran calidad en una escalada de ensueño que empezó con Deiland, siguió con Yakuza 6, continuó con Sea of Thieves y terminó con Far Cry 5. Cuatro juegos que en mi ranking personal no bajan del 9 y medio y que se llevan, entre los cuatro, una media de casi 9 en las notas oficiales de mis análisis en Mundogamers. Un indie, dos triple A y una superproducción exclusiva que tienen todos algo en común: la honestidad de su lanzamiento y de ser conscientes, muy conscientes, de lo que tenían que ofrecer al catálogo de videojuegos actual.
En medio de esta vorágine de títulazos, terminando de analizar Deiland, me llegaba para analizar Extinction. De primeras el título no me pareció mal: un A.O.T. de Hacendado para las plataformas que no puedan tener acceso a Attack on Titan al que todo lo que le falta en mecánicas e historia lo suple en precio. Esa fue mi impresión inicial tras cuatro horas jugando el primer día: la de un juego indie sin pretensiones al que le faltaba un modo cooperativo local y un modo online para ser algo a tener en cuenta, pero que bueno, visto que ero algo alternativo no podía pedírsele más. En mi cabeza se dibujó una nota entre el seis y el siete, a la espera de ver su precio y ajustar el análisis en futuras partidas, y me volqué en la beta final de Sea of Thieves para acumular más horas de cara a su análisis tras el lanzamiento del juego el 20 de marzo.
Pero no era un indie
Después de machacar Sea of Thieves y Far Cry 5, terminados los análisis y con la sensación del trabajo bien hecho, me tocaba ponerme con Extinction y terminar esa idea primigenia, ese primer boceto de análisis, metiéndole datos de la compañía, echándole muchas horas más y viendo precio y fecha de lanzamiento. Imaginad mi cara cuando me encuentro que el juego sale a la venta a 59,99 euros en consolas, cuando veo que incluye un DLC de pago que promete misiones exclusivas, y cuando leo que la página oficial lo promociona como un juego con una gran historia en modo campaña, gran variedad de misiones y escenarios únicos. Un God of War conoce a Shadow of the Colossus donde no hay nada, ni lo más mínimo, que recuerde a las IPs mencionadas. En serio, me quedé pasmado.
Y me quedé pasmado porque si algo bueno han tenido los magníficos juegos que he analizado el pasado mes de marzo ha sido su honestidad de cara al público. Empezando por un Deiland de los valencianos de Chibig que llegó con tiempo y ganas de ser analizado a conciencia, un Yakuza 6 que ya tenéis analizado un mes antes de su lanzamiento y que tiene su propia beta para que le echeis un ojo antes de pagar nada, un Sea of Thieves que lleva mostrándose en público desde el año pasado, incluyendo una beta abierta de pruebas semanas antes de su lanzamiento, y un Far Cry 5 que nos ha dejado hablar de él antes de estar a la venta.
En medio de esto, la llegada de Extinction casi un mes antes de su lanzamiento me hace pensar que no fue un detalle con los redactores y analistas para que pudiéramos apurar el juego, sino más bien una maniobra que nos atara las manos y nos impidiera hablar del juego, sujeto a embargo de información, hasta su fecha de lanzamiento el 10 de abril. Puede que me equivoque y vea fantasmas donde sólo hay sombras, pero lo que tengo claro es que la política de lanzamiento y promoción ha sido una idea terrible. Extinction llega sin ser lo prometido, y esto se va a notar en las ventas. Pronto bajará de precio, al que realmente le corresponde, pero lejos de ser visto como ese juego de estudio pequeño que puede darte muchas horas de entretenimiento y acción veloz, ahora será visto como el gancho del a ver si cuela de la gente de Killer Instinct. Y esto no es bueno para nadie.
¡Nos leemos!
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