Se alzan voces para que el Ni no Kuni de Nintendo DS salga de Japón

Cuando todavía no ha visto la luz por estos lares el esperadísimo Ni no Kuni, no son pocas las voces que se han alzado pidiendo la publicación del juego original para Nintendo DS, que saliera allá por 2010 en el país nipón. Curiosamente, y como es de suponer que muchos de vosotros sabréis, el Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca que saldrá el ya cercano 1 de febrero lleva pululando bastante tiempo en Japón, concretamente desde noviembre del 2011. No es de extrañar que el título de Level-5 levantara tanta expectación, con ese binomio tan atractivo resultante de aunar la calidad habitual de sus producciones con el diseño del estudio Ghibli.

 

 

Según parece, todo empezó con la unión de diversos medios estadounidenses, con el editor asociado de Destructioid, Tony Ponce, a la cabeza. Los motivos por los que se cree que debería localizarse Ni no Kuni: The Jet-Black Mage son varios, si bien -a opinión del que esto suscribe- lo más interesante es que en sí se trata de una experiencia absolutamente complementaria al RPG que en breve vamos a poder disfrutar en PlayStation 3. Por su parte, los medios yankis animan a los distribuidores a que aprovechen la coyuntura de este advenimiento para acercarnos un título que a buen seguro tendría una acogida de lo más positiva.

 

Se proponen alternativas tan extrañas como el portarlo a Nintendo 3DS (¿existe algún precedente similar?), mientras que otras tratan de ser más coherentes, como el hecho de que Level-5 se asocie con XSEED, compañía que ha estado trayendo al mercado occidental algunos buenos juegos de rol con cierta cuota de riesgo como Corpse Party, Solatorobo o Ys; aunque en todo caso se muestran convencidos de sus buenas ventas. No en vano, el trabajo de Ghibli en el diseño del juego ya debería ser un motivo de peso como para que el cartucho no pasara desapercibido... pero está el factor que, desde tiempo inmemoriales, existe un particular miedo a eso de localizar y vender un JRPG hecho y derecho.

 

 

No en vano, conviene aclarar que tanto Nintendo como Namco Bandai han ponderado la distribución de este juegazo, pero la inversión que supone la completa localización no solo del software, sino del vademécum del mago que acompaña al juego -y que es de obligatorio acompañamiento- no es moco de pavo. En conjunto, traerlo por estos lares significaría lanzar un producto cuyo precio se encarecería a buen seguro sobre los cincuenta euros, una cifra que, siendo objetivos, se torna impensable para lo que es el catálogo de una consola que ya no vive su mejor época comercial.

 

Con todo, y a pesar de que animo este tipo de movimientos -sinceramente, nadie debería quedarse sin la oportunidad de poder probar este Ni no Kuni de Nintendo DS-, me parece un caso algo desorbitado, en términos de que muchos de los que proclaman a los cuatro vientos la 'necesidad' de tener en occidente este juego ni siquiera han podido atisbar de lejos su mecánica de juego. Esto no es un caso aislado, puesto que a lo largo de la historia reciente de los videojuegos han sido varios los títulos japoneses que han movido a las masas bajo premisas similares por alguna extraña razón que se me termina escapando. Contrasta sobremanera con la pasividad que arropaba de mala manera al usuario europeo de antaño, aquel que en los tiempos de las consolas de ocho y dieciséis bits se quedaba sin poder saborear las mieles de grandes títulos como Final Fantasy o Dragon Quest.

 

 

Por supuesto que los medios actuales no son los mismos ni en broma; el acceso a las redes sociales, los foros... la comunicación en sí a través de internet que tenemos ahora es un foco idóneo para reclamar y tratar de hacer justicia de cara a un mercado que no siempre atina en términos de criterio. La idea de gritar en las redes para que el Ni no Kuni de DS salga de Japón es acertada en todo caso, del mismo modo que sería idóneo hacer lo propio con muchísimas de las pequeñas maravillas que allí se quedan para goce y disfrute del público nipón y, en menor medida, del americano. Cada vez que pienso en los Otomedius de Xbox 360 me pongo malo... En cualquier caso, y pase lo que pase con otros títulos, creo que debemos darnos con un canto en los dientes por el mero hecho de poder disfrutar de este Ni no Kuni de PS3.

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