Se acabaron los Assassin's Creed anuales (más o menos)
2019 será el segundo año en mucho tiempo en el que no disfrutaremos de una nueva entrega de Assassin's Creed. Así lo ha confirmado Ubisoft en la presente Gamescom 2018, en palabras de su CEO Yves Guillemot. Al parecer, esta decisión ya fue tomada antes del lanzamiento de Assassin's Creed Origins (con otro año en blanco) y la razón por la que este año también vamos a tener Assassin's Creed Odyssey radica en que estas dos últimas entregas fueron desarrolladas a la vez, durante el mismo tiempo. Es decir, que se va a seguir apoyando un desarrollo más amplio para cada nueva entrega de una franquicia que ya se ha convertido en un clásico de la industria.
Guillemot también ha comentado que otro de los motivos por los que 2019 será un año sin Assassin's Creed es porque son muy ambiciosos con el próximo Assassin's Creed Odyssey, y esperan que el juego reciba nuevos contenidos y actualizaciones por lo menos durante dos años. Es decir, que Ubisoft realmente ha cambiado la táctica con esta franquicia después de varios fracasos sonados (en cuanto a calidad se refiere) y va a apostar por un desarrollo más o menos perpetuo, con un título largo al que se irán añadiendo nuevos contenidos (quién sabe si gratuitos o a través de DLC's de pago).
No encuentro nada malo en esta decisión, que ya nos pareció positiva en su día después de unas cuantas entregas de la saga que dejaban mucho que desear. Cualquier desarrollador del mundo puede decir que los tiempos de creación de un mundo abierto de las características de un Assassin's Creed necesitan muchísimo tiempo y dedicación, que por los resultados parece que no se le estaba proporcionando a la franquicia. Con un Assassin's Creed Origins que ha convencido algo más y con un Asssassin's Creed Odyssey que, por lo mostrado, tiene buena pinta, no debe ser motivo de tristeza para nadie que estemos un año sin ningún juego nuevo de la saga.
Lo que me entristece en cierta medida del caso de Ubisoft y de Assassin's Creed es que se haya tardado tanto tiempo en tomar decisiones como esta. La compañía encontró una gallina de los huevos de oro que supo explotar hasta las últimas consecuencias, aquellas que ya era imposible de obviar con juegos sin evoluciones jugables, con graves problemas técnicos y con una calidad muy discutible. Pero nunca es tarde, como se suele decir, para que una compañía cambie su discurso y deje de tratar a los aficionados de esa manera. Larga vida a Assassin's Creed, aunque no sea durante todos los años y solo si es con videojuegos de calidad realmente trabajados.
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