1. Mundogamers
  2. Noticias

Sal del armario de los componentes, maldito gamer

De días del orgullo friki y otras tontás
Por Rafa del Río

No entiendo la estupidez de la gente. No sé si esto va por haber nacido en la generación del 'me la pela', del inconformismo y del 'está de moda ir en contra de la moda', pero nunca he tenido problemas con el tema de la aceptación social. Como decían Tip y Coll, 'aunque sea fea la moza, si a ti te gusta, retoza', y fiel a este principio de vida -paladin de unas formas que si no son las más puras, sí que son las correctas-, cuando algo me ha gustado no he permitido que nadie cambiara mi parecer por algo tan estúpido como la aprobación social.

 

Y es que, entre nosotros, aprobación social no significa más que 'lo que a cuatro carajotes aburridos les parece que es aceptable'. O lo que es lo mismo, un coñazo. 

 

002

 

Friki, the beginning

Os cuento esto porque el otro día viví una de las situaciones más absurdas que he tenido el placer de experimentar, y os juro por Dave Perry que he vivido un buen puñado de ellas. Todo empieza con una reunión de un grupo de... eh... personas afines por determinados temas que no vienen al caso. Sujetos de entre 30 y 42 años, clase media, ingresos medios, valoración política cero e inquietudes... pues ni idea, oiga. 

 

El caso es que ahí estoy, con estas personas, hablando tranquilamente, cuando una de ellas me pregunta por mi profesión. Como estas cosas hay que pasarlas pronto y, total, estoy seguro de que algún videojugador habrá en el grupo, opto por la vía directa: 'Soy redactor de videojuegos'. Oh, hace unos años habría dicho algo así como 'periodista de tendencias' 'articulista especializado en ocio adolescente' o alguna que otra capullada, pero ya estoy viejo para eso. 

 

Las reacciones son, cuando menos, raras, forzadas, estúpidas 'oh, qué exótico' dice un tipo de mi quinta por ahí. Ipso-facto, me entran ganas de arrancar un pivote de la cera y presentarselo para que le dé besitos, no por su forma de pensar, si no por el comentario en sí, que esto no es la peli de Titanic, colega. 

 

El caso, y sin querer forzar la papeleta más de lo debido, es que entre todos los reunidos, y van para veinte personas, niguno es videojugador, ninguno tiene consola, ninguno echa sus Fifas ni queda con algún colega que tenga la Play para pegar unos tiros. Raro. El tema sigue, 'mejor eso que estar en paro', suelta otra lumbrera, artífice infinita de la mediocridad y claro ejemplo de que un ser humano puede vivir perfectamente sin cerebro y tirar de bulbo raquídeo. Tras explicar mi trabajo ante una expectación que me hace pensar que, más que contar que me siento, busco la noticia y escribo, lo que estoy haciendo es explicar cómo tirarte a un hamster con la ayuda de cinta aislante, el tema va perdiendo importancia.

 

003 29

 

Y la tontería sigue

La cosa se habría quedado ahí si no fuera porque una semana después veo aparecer al colega del 'oh, qué exótico' con una bolsa del Game de las grandes y muy poquito arrugada para ser una de las que llevan rulando desde los tiempos de la NES. 'Ostras, ¿y eso?' le pregunto, todo malicioso y perverso. 'El bocata del niño', me responde el colega sin perder ripio, pero calvo que soy reconozco que en su calva se ponen los pelos de la nuca 'erizaillos' -es un rollo de calvos, vosotros, simples humanos con pelo, no podéis entenderlo-. 'La bolsa', le digo. La mira como si la viera por primera vez 'Ah... Pues a saber, la primera que he cogido'.

 

'Lo dejamos ahí, Rafa' me digo a mí mismo porque soy muy de contarme cosas 'que lo de inquisidor es sólo en Dragon Age'. Me voy para el coche con imágenes de damas de hierro, potros, hierros al rojo y 'habla de una vez, maldito' resonando en mi cabeza, y arranco, olvidando el tema. Y esto nos lleva al día de ayer, en el que a través del facebook de un amigo de un amigo de otro amigo, veo una foto del salón de la casa de don 'oh, qué exótico', y detrás de él, su mujer y su hija de tres años, hay una flamante Playstation 4 conectada a la tele y una colección de juegos en los estantes bastante mayor que la mía. 

 

001 47

 

Sal del armario, imbécil

Me supera la estupidez humana, el falserío y los amaneramientos sociales que se llevan a cabo para ocultar algo que no es más que una mera afición. A ver, lo entendería si tu hobby fuera escupir en el ojo a viudas lisiadas, peo copón, ¿Qué hay que esconder de que te gusten los videojuegos? 

 

Ojo, no me gustan los que hacen de su afición un mundo y se definen por ella, ocultos tras el término gamer como si esto fuera una forma ultimada de vida, un credo al que rezar y una microsociedad de seres elegidos que se alzan contra el mal en su más digital representación. Sin embargo, tampoco entiendo a los que se ocultan en las catacumbas y llevan a cabo sus ritos privados y secretos de juego como si estuvieran rezando a un dios pagano usando para ello la sangre de mil vírgenes.

 

El mundo es lo que te rodea, lo que percibes y lo que de él sacas a diario. Debe ser muy triste no estar de acuerdo con tu condición, con tus gustos, con lo que eres y con lo que te hace sentir, así que desde aquí os invito a todos a sali de aquellos armarios en los que encerráis a la estupenda y maravillosa persona que seguramente seríais sino viviérais tan atormentados por los convencionalismos sociales y el qué dirán. 

 

Quiero pensar que las nuevas generaciones tenéis esto superado, así que, yayos, nos toca mover ficha a nosotros. 

 

¡Nos leemos!


<< Anterior Siguiente >>