Ríome yo de la diversidad de Blizzard

Blizzard es una compañía que me cae bien en general. A vosotros también debería. No lanza DLCs, sino expansiones. Quizá las cobre algo caras, como juegos nuevos, pero siempre están completitas y cargadas de contenido. Tampoco se apresura a lanzar los juegos, y aunque metiera la pata con Diablo III en sus primeros días, suele ser eficiente en cuanto a contenido online y conexión y todo eso. 

 

Por eso me alegra leer lo que vi el otro día con respecto a Overwatch, su nuevo juego. Este bastardo de Team Fortress 2 y los MOBA quiere apostar fuerte por la diversidad, entendiendo esto como que haya personas de todas las razas pululando por el juego y matándose entre sí independientemente del color de su piel. Eso está bien, hay que hacer ver a los jugadores que no importa de dónde procedas, que puedes molar siempre lo suficiente para pegar un doble salto, matar a un rival cuerpo a cuerpo y refugiarte a tiempo para lanzar tu habilidad especial y acabar con el resto del equipo enemigo.

 

Es importante que una niña hindú se sienta representada en Symmetra, vaya, porque esa niña puede crecer, convertirse en desarrolladora de videojuegos y darnos una obra fundamental del medio en menos de 20 años. Así es como funciona esto: das a las nuevas generaciones referentes que los inspiren y potencias su creatividad para que sigan creando nuevos referentes cuando llegue su turno. Este cómic lo explica mejor que yo. 

 

El problema que yo veo con esta diversidad es que sigue siendo sexista y discrimina de un modo muy peculiar. ¿Por qué todas las mujeres de Overwatch son altas, delgadas y tienen unas piernas tan largas que, en proporción, son tres cuartas partes de su cuerpo? El diseño de Widowmaker es especialmente llamativo en este sentido.

 

 

Dios me libre de querer limitar la libertad creativa de Blizzard, ojo. Soy fan ferviente de las piernas desproporcionadas de Bayonetta y del personaje en sí, y pese a lo polémico que es, me parece una figura femenina importante, sobre todo porque funciona a las mil maravillas dentro de su zeigeist. Pero cuando todas las mujeres de Overwatch están cortadas por el mismo patrón y, algo que no ocurre para nada en el lado del hombre, creo que hay un problema. 

 

Igual que lo veo en que, yo qué sé, ninguna está gorda. De nuevo, dios me libre de faltar al respeto a las mujeres fuera de los estándares de la belleza contemporánea, que no por ello son menos mujeres ni menos atractivas, pero esto es lo que parece decir Blizzard con todos esos culos, pechos y cuerpos perfectos. Borderlands 2 nos enseñó que se puede hacer una niña o una mujer obesa sin problemas para la calidad o el atractivo del juego en sí. 

 

Antes de presumir de diversidad, Blizzard debería plantearse mejor qué es eso de 'diverso'. ¿Personas de todas partes del mundo pero solo delgadas y fuertes? Para mi eso no es precisamente variado. Entiendo que esto es un juego de acción y que, sí, los personajes están fuertes, y eso evitaría quizá, por una cuestión de realismo, que hubiera personas con sobrepeso de por medio; pero no seamos estúpidos: su hay un viejo enano y un gorila, ¿qué cuesta meter a una, yo qué sé, una tanque? Con eso me conformaba, con que Reinhardt fuera una Brienne de Tarth. Pero no: hay que apelar al jugador masculino heterosexual de toda la vida, supongo...

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