RIDE 4, personalidad propia y mucho amor por las motos
He podido echar las primeras carreras junto a RIDE 4 en una versión casi final del producto, y he terminado satisfecho ante lo que he encontrado. Se trata de la próxima entrega de la saga desarrollada por Milestone, que también se encargan de la franquicia MotoGP, en una serie con mucha personalidad propia que sigue ofreciendo muchos kilos de simulación centrados en la obtención de todo tipo de motos, alejándose de las competiciones oficiales y siguiendo un camino que le ha servido para ganar etiquetas como "el Gran Turismo o el Forza Motorsport de las motos". Y estoy de acuerdo.
Aunque sigo sintiendo que RIDE 4 necesita algo más de trabajo en aspectos de conducción, en la profundidad de la configuración del control, en reglajes con la propia moto y en el comportamiento artificial de los rivales, lo cierto es que es un juego capaz de enamorar desde la primera curva. Espectacular a nivel visual y con la capacidad de hacer sentir el peso de cualquier moto. Y con esa fantástica sensación que cualquier amante de las dos ruedas agradecerá: cada moto es muy diferente sobre el asfalto. El sonido, su manera de acelerar, de tomar las curvas, de girar... casi podemos olerlas cuando decidimos saltar a la pista junto a nuestros amores motorizados.
RIDE 4 es exigente. Tomar cada curva es un desafío y mantener la moto sobre el asfalto requerirá de mucha experiencia. Existen las ayudas y, evidentemente, todo podrá ser ajustado para convencer a los jugadores más novatos (aunque requerirá de trabajo y constancia) y también para los pilotos más duchos. Yo no soy ningún profesional, pero traté de realizar una vuelta contrarreloj con todas las ayudas desactivadas y un control manual absoluto sobre mi moto y fue imposible que no me sintiera un completo inútil. Pero merece mucho la pena si sabes que vas a dedicar horas a la práctica: comienza utilizando las motos de menor potencia, más dóciles, y poco a poco lánzate al asfalto con las auténticas bestias.
Hay circuitos reales y un montón de motos que podremos elegir y personalizar a nuestro antojo, incluso los cascos o los monos que vestimos. Lo que menos me convence de RIDE 4 y es el comportamiento tan agresivo de los pilotos rivales. Parece que se ha puesto mucho empeño en mejorar este apartado respecto a la entrega anterior, pero continúa siendo muy complicado no tener problemas con los rivales controlados por la máquina en todas las carreras, siendo capaces de arrastrarte al suelo en repetidas ocasiones incluso en los primeros metros de salida. Siempre me ha parecido algo frustrante que todo tu trabajo pueda echarse por tierra en una carrera sin que sea tu culpa en tantas ocasiones.
Milestone ofrece con RIDE 4 un punto de vista de los videojuegos de motos con el que no contamos. Si sois amantes de las dos ruedas creo que deberíais tener en el punto de mira esta entrega, que llegará el próximo 8 de octubre a PS4, Xbox One y PC y que hará lo propio en enero de 2021 en PS5 y Xbox Series X. Hay muchos aspectos que mejorar y pulir, pero se nota que todo ha sido mejorado de forma notoria respecto a la entrega anterior. Mucha personalidad propia sobre el asfalto y fuera de él, algo complicado de conseguir en el género.
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