REZ Infinite, construyendo experiencias plenas en VR

Lo que toca pedirle a Playstation VR en sus primeros días de vida es inmersión, que sea capaz de atraparnos y abrazarnos en un espacio íntimo, en un microuniverso en el nos sintamos propio. Eso lo logra como nadie REZ Infinite.

 

Sentir que estamos dentro de algo no se consigue solo con las gafas de Playstation VR; claro que las lentes son la herramienta fundamental para lograrlo, pero tienen que venir convenientemente acompañadas de un paisaje sonoro preciso y de unas mecánicas de juego que no comprometan la inmersión. Si la BSO no nos envuelven o los controles y acciones a ejecutar fallan la experiencia se malogra.

 

REZ Infinite es un título sensato. Se juega de una manera poderosamente sencilla. Sujeta tu Playstation Move, apunta, pulsa el gatillo, haz lock on a una serie de enemigos y suéltalo, les dispararás así y los eliminarás. Al realizarlo, un arreglo dentro del tema que sostiene la banda sonora de la fase se activará y el mundo de juego brillará en consecuencia. La manera en la que se conectan estos tres elementos es por lo que el título es fascinante.

 

 

REZ Infinite o Super Hyper Cube son videojuegos que parecen sencillos en lo visual. A priori podríamos pensar que hay que dirigirse a Until Dawn: Rush of Blood o a Here They Lie para experimentar el verdadero potencial de Playstation VR, pero tras más de una semana con el artefacto en nuestras casas está claro que es un error. REZ Infinite es un viaje muy especial, guiado y sobre raíles, que empuja al jugador al corazon del lugar que construye. Cuando suenan esas notas que premian tus disparos sentirás que mueves el pie, y con él todo tu cuerpo, hambriento de forjar un ritmo particular que dirige a ese maravilloso estado de avatarización llamado inmersión.

 

Es por experimentar esto por lo que os recomiendo REZ Infinite como primer juego de Playstation VR, por sentirlo. El videojuego de Mizuguchi nos hace constatar la importancia de implementar unas mecánicas sencillas, naturales y comprensibles, conectadas con su mundo de juego como los brazos a un cuerpo, y en armonía con la música para que la experiencia general sea perfecta. Este es el camino; por fortuna no es uno que precise de gráficos hiperrealistas, algo que Playstation VR no puede ofrecer. Solo se necesita la construcción de una experiencia de juego coherente con todas sus partes, algo que con la realidad virtual es más importante que nunca.

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