Resident Evil 6 quiere más a mamá que a papá
Es inevitable. Con cada lanzamiento de Resident Evil surge la polémica alrededor del giro a la acción de la saga. La sexta entrega no ha sido una excepción y ya la tenemos montada de nuevo. Capcom avisa: "No podemos contentar a cada fan de la saga o nunca avanzaremos".
Tirando de analogías absurdas a lo Ana Botella, un responsable de Capcom asegura que el estudio y los seguidores son como el padre y la madre de un hijo, Resident Evil, con el que no siempre están de acuerdo. Se le olvida a Capcom un detalle de nada: los seguidores no tienen ningún poder de decisión sobre el rumbo que está tomando la franquicia. Dicho en otras palabras, Capcom es la madre que nunca tiene un no para su hijo.
La polémica ya cansa porque todos sabemos que Capcom quiere exprimir a la saga y arrimarse al árbol que dé más sombra. Están en todo su derecho pero se ahorrarían más de un disgusto si fueran claros con los seguidores y no les vendieran milongas, como aquella en la que decían que algunas partes de Resident Evil 6 volverían a la esencia del survival horror.
El estudio ha dejado bien claro en declaraciones pasadas que el género no es rentable si lo comparamos con los números que la franquicia hace a estas alturas. En definitiva, lo que manda es el dinero y si este fluye del lado de los juegos de acción, es lo que vamos a hacer. Lo que irrita a los seguidores, entre los que muchos nos incluimos, son esas veladas referencias a que el género puede volver algún día, a que se plantean un remake de alguna entrega clásica, pero sólo si va a ser un super éxito... En definitiva, Capcom marea la perdiz una y otra vez y no cede ni un ápice en sus pretensiones.
Toda esta queja no va destinada a desmerecer a Resident Evil 6, al que reconozco que todavía no he podido catar, pero del que me llegan referencias más que buenas desde sectores dispares del mundillo. La queja se dirige a ese desprecio sistemático de Capcom hacia sus raíces, privando a un buen número de jugadores de un género que conocen y en el que han dado buenos resultados. Desprecio que no hemos visto, por ejemplo, en Street Fighter, donde han acudido a la esencia del título para reflotarlo.
Sí, ya sabemos que los responsables del Resident Evil original cogieron el petate hace tiempo, pero en estos tiempos de desarrollos pequeños, de productos con equipos minúsculos, me niego a creer que Capcom no pueda poner en marcha un Resident Evil a la antigua usanza, que cueste cuatro duros y que le demuestre que puede dar réditos. No está de más tener una mamá que te consienta todos los caprichos, pero en mi casa, de pequeño, el que soltaba la guita era papá. Que no lo olvide a Capcom. El verdadero poder sobre una franquicia está en el bolsillo de su pareja de baile.
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