Resident Evil 2 Remake y su virtud rejugable
Claire y Leon tienen mucho que hacer en Racoon City, o mejor dicho: tenéis. Este remake con mucho sabor a juego nuevo ya obliga, de base, a terminar la ruta de cada personaje para dar con el final verdadero, a terminarse el juego dos veces repitiendo algunas de sus partes. Pero es que además, guarda un montón de recompensas en una lista de logros que os animarán a recorrer la comisaría y sus profundidades. Resident Evil 2 Remake es un juego al que volver, valga la redundancia.
La primera razón la encontraréis en un informe de partida con el que no estaréis contentos. Veréis las veces de más que habréis guardado partida, acompañadas de un tiempo total de partida que puede rebajarse fácilmente. De tanto transitar la comisaría la tendréis mapeada en la cabeza, conoceréis sus atajos y el lugar en el que encontrar sus objetos clave. Habréis hecho vuestro un entorno que al principio es hostil y, conseguido eso, ahora toca divertirse.
Vuestra primera partida a Resident Evil 2 Remake estará llena de errores: gastaréis más munición de la necesaria, daréis rodeos y os tocará volver al baúl para conseguir slots libres con los que recoger objetos clave. Tranquilidad, es lo normal; al final esto es un survival. La idea es ir tomando noción de todo el tiempo y recursos perdidos para luego economizar la ruta, y si tenéis buena memoria hasta podréis abrir candados y cajas fuertes sin tener que encontrar los documentos con sus claves. Esa vez iréis un paso por delante.
Capcom es consciente de las aptitudes rejugables de este remake, y por eso lo ha llenado de logros que animan a las nuevas partidas. Terminado el juego en ‘Estándar’, apetece probar ese modo difícil en el que sí se depende de las clásicas cintas de tinta para guardar partida, y en el que toca reconcebir el uso de la munición. Porque para qué gastar seis balas con dos zombis cuando puedes gastar la mitad disparando a las piernas. Sí, luego volverán a estar ahí, pero también puedes aprender a esquivarlos.
La reinterpretación de este clásico os puede dar muchas horas de disfrute si queréis ir a por el platino. Por ejemplo, hay un reto que consiste en evitar abrir el baúl de objetos durante toda la partida, y otro desafío que solo podréis conseguir evitando usar objetos de curación. Apetece hacerlos. Y son cosas que solo pasan cuando la base jugable es tan buena y flexible que es difícil disfrutarla en un solo paseo, como es el caso.
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