Rescatar lo retro con acierto

Sería redundante hablar de lo bien que está que las vueltas al pasado de las nuevas generaciones siempre vengan en pack y no por separado en remasterizaciones sin mucho que aportar. Pero donde muchos se quedan en el mismo juego que simplemente se ve mejor, se pueda llevar bien hoy o no, lo bueno de verdad, está en quienes saben hacer que esa vuelta al pasado sea algo más.

 

Es algo de lo que hablábamos en su día con NES Remix, un producto que no te pone todos los juegos clásicos completos a los que hace alusión, pero te enseña lo justo de ellos para hacerte una idea aproximada de su comienzo (generalmente mítico), alguna fase intermedia con la que dominar una mecánica sencilla, y su final, todo esto para prepararte para el auténtico reto, que son los Remix.

 

 

Esta forma genial de incentivar esa vuelta al pasado y hacer que a día de hoy sea atractiva (lo creáis o no, hay quien sólo conoce lo de hoy no entiende cómo podíamos jugar a 'eso' hace diez/veinte/treinta años), y por muchas recopilaciones que hagan, tenerlo todo en una misma plataforma es atractivo, si, pero que te den alicientes extra para volver a ello lo es mucho más.

 

En eso acierta Mega Man Legacy Collection, que no es sólo una recopilación de juegos clásicos (que ni siquiera es toda la saga) con filtros para verlos como antaño, y un sound test completísimo con el que deleitarnos con sus temazos, sino que la mejor parte del juego, la que se disfruta cuando ya se conoce lo suficiente de Mega Man, está en unos retos que suponen remezclas de situaciones o desafíos especiales a cumplir en un tiempo determinado.

 

 

Y todo depende de la forma de plasmarlo, claro. Si pienso en el maldito Yellow Devil, pienso en el tedio que supone un jefe tan difícil al principio y tan lento una vez que lo dominas, tan cerca del final, pero... ¿Qué tal un desafío cronometrado con un Yellow Devil más difícil? Se me hace la boca agua al pensar que puede haber contenido nuevo de algo tan antiguo.

 

Y no es tanto un caso de 'remix' como de buen cuidado en ese regreso al pasado, pero sobra decir que Rare Replay debería ser un ejemplo a seguir por muchas de esas compañías que tienen un legado inigualable y que no saben muy bien qué hacer con él (hola, Konami). No es sólo el hecho de los 30 juegos por 30€ que dejan en evidencia a la eShop de Nintendo y sus roms de Nintendo 64 por 10€ cada una, ni mucho menos es por los filtros viejunos. Pero también tiene alicientes para volver a ellos, tiene formas de hacer que para un jugador 'de hoy' no sean tan insufribles (cheats, rebobinado, vidas infinitas,...), y a más de un juego de los 30, los logros le sientan bien como forma de superación.

 

 

Estos tres ejemplos además, cumplen una norma muy importante, que es la de respetar el bolsillo del consumidor y no tratar a esos productos ya amortizados como intentos de 'rascar algo más', sino como lo que debe ser una recopilación.

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