1. Mundogamers
  2. Noticias

Reigns: Her Majesty es un delicioso caos ordenado de decisiones idiotas y reinas muertas

¡Que le corten la cabeza!
Por Adrián Suárez Mouriño

Reigns: Her Majesty es una de esas cosas que tienes que jugar. Tiene un encanto especial como también lo tenía el original. En esta ocasión, encarnamos el papel de un grupo de gobernantas que tienen que tomar una serie de decisiones en función a diversas situaciones muy concretas. La gracia es que nunca tenemos toda la información para poder decidir y la vida es muy dura, muy cruel, y vivimos siempre a la sombra de reyes inútiles que se nos mueren a la mínima de cambio.

 

La clave del juego es ser capaz de tomar las decisiones adecuadas que nos permitan reinar el mayor número de años posible, que nuestras elecciones nos dejen superar diferentes retos que nos plantea el juego y así vivir muchos años. En teoría, esta es la gracia de Reigns: Her Majesty, el objetivo que hemos de cumplir realmente, pero en la práctica no es así. Lo mejor de Reigns: Her Majesty es disfrutar de las inesperadas consecuencias de las decisiones que tomamos sin tener nunca muy claras sus consecuencias. 

 

¿Te has puesto un vestido rojo? ¡Oh, no! ¡Para la turba es un símbolo de paganismo, te han matado! ¿Quieres ir a pasear por el bosque? ¡Oh, no! ¡Una jauría de lobos te ha encontrado apetitosa y has muerto! El fallo es atractivo en Reigns: Her Majesty, pero también ser capaz de sobreponerse a él y superarlo. Reigns: Her Majesty es un poquito menos aleatorio que el original, pero la aleatoriedad sigue estando ahí.

 

 

Formalmente, el título es uno de cartas, como el primero. Se van descubriendo las cartas de la baraja y cada una representa una decisión a tomar y una elección que realizmaos. Si lo hacemos bien, puede que nos añadan más naipes, con lo que tendremos más tiempo de vida, pero si lo hacemos mal nos quedaremos sin cartones, y sin vida. Para darle un poco de orden a lo que decidimos hacer, se añaden una serie de valores en la parte superior de la pantalla. Estos hablan de la influencia a la banca, a las creencias del pueblo, etc, que tienen nuestras elecciones, lo que nos sirve para empezar a comprender, y comprender finalmente, cómo funcionan las cosas en tu reino, qué varía cada vez que tomas una decisión. 

 

Cada reina muerta da paso a la siguiente, y a la siguiente, y a la… Y al final consigues reinar con cierto acierto. Para darle más gracia a este nuevo Reigns, hay ciertos elementos que se mantienen vida a vida, decisiones que nunca sabrás en qué desencadenan, y muchas de ellas te llevan a caminos tan divertidos como oscuros. Se añaden tramas secundarias inesperadas, contamos con un inventario que sirven como solución a ciertos puzles, y pelearse a palabros es un placer.

 

Sí, Reigns: Her Majesty es algo que todo el mundo debería jugar porque desestresa. Es hilarantemente divertido y uno de los mejores juegos que usa el caos, la incertidumbre y las decisiones que se hacen ‘porque sí’ para construir una experiencia de juego única. Sigue siendo puro Reigns, solo que más controlado, con más profundidad y con un conjunto de reinas que es un placer encarnar.


<< Anterior Siguiente >>