Reflexionando sobre FIFA 15

Mi confesor es el papel y el boli. Siempre que he tenido dudas importantes en mi vida me he puesta a escribir en una hoja en blanca todo lo que me sucede y me he puesto a reflexionar sobre una situación, sobre una circunstancia que me ha llevado a una situación concreta que ha requerido de algo más que soledad y pensamientos. No tan grave, pero con FIFA 15 me estoy viendo obligado a compartir con vosotros lo que pasa por mi mente en las últimas horas antes de acabar la reseña. Si bien debería haber estado lista para ayer, os debo reconocer que estoy con más dudas que nunca.

 

A la hora de probar un juego hay dos historias: la de las buenas demos y las malas demostraciones. Titanfall, por ejemplo, es la mejor demostración que he probado jamás en mi vida. Mi primera partida en la Gamescom pasada, de alguna forma me marcó, pensé que iba a ser un 10, lo mejor que iba a jugar en todo el año, y aunque al final acabó siendo un grandísimo juego ultra-recomendado para cualquier usuario de One o PC, sus defectos no podían obviarse. Luego tienes el caso de Sunset Overdrive y Crackdown, del que ya os hablé hace unos días y os enlazo el texto aquí.

 

FIFA 15 es una categoría más de Titanfall que de Sunset Overdrive. De hecho, FIFA 14, cuando lo probé en Colonia el año pasado, me pareció una versión pobre, tanto, que pensé que iba a fracasar en la nueva generación, igual que sucedió en su momento con la edición 2006, cuando FIFA todavía no había levantado el vuelo. De agosto a noviembre de 2013 se hizo un trabajo esplendoroso, y lo que llegó al final a las tiendas era infinitamente mejor que lo probado en la feria más importante del videojuego en Europa. El caso de FIFA 15, sobre el plano y con todo lo que se sabía de él, era exquisito, brillante.

 

Y sí, había errores con los porteros, pero en mi cabeza estaba presente lo que había sucedido con FIFA 14 y mi primera impresión en Colonia. Miraba al público y pensaba en la campaña que se venía haciendo desde junio, y seguía pensando en lo sucedido con la edición del año pasado. Los cimientos de FIFA 15, ante lo que iba a llegar a las tiendas, presumía ser espectacular con 10 o 15 partidos entre partidas en Tenerife, Colonia y la demostración de hace unos días. Luego, llega el juego a las tiendas, y te encuentras con problemas importantes que no puedes pasar por alto.

 

En el mundo de los supuestos, de hecho, recuerdas lo que pasó con el estreno del juego del año pasado en PlayStation 3 y Xbox 360 y los cambios que se hicieron a los pocos días de llegar el juego y te da ganas de pensar en positivo, pero la realidad actual de FIFA 15 en PlayStation 4, Xbox One y PC es que estamos, probablemente, ante el FIFA peor depurado que ha llegado a una tienda en años. Hay errores del todo frustrantes, he vivido partidos delirantes a favor y en contra en el que los errores del portero y problemas en físicas han propiciado errores del árbitro que se han traducido en goles a favor y en contra, insisto.

 

Lo del público es sencillamente delirante. Hay cánticos en casi todos los equipos, reconozco los que se cantan cuando está el Espanyol jugando de local perfectamente, y aunque puede que no sean los más significativos que se cantan en el renombrado Power 8 Stadium, se agradece el esfuerzo (sin olvidar que PES en su momento SÍ puso el “Con el sol se alzarán las banderas” con el que viene temblando las gradas de Sarrià, Montjuic y Sarrià), pero más allá de eso no hay una realización creíble de los que están viendo el partido. De hecho, ¿veis mucho cambio con respecto a los que asistían al estadio el año pasado? Yo no.

 

Si las dos grandes features del año son casi nulas, ¿qué te queda? Un nuevo control prometedor, una nueva forma de encarar cualquier cosa que hicieses en entregas anteriores y, por supuesto, la sensación general de un cambio que le sienta fantásticamente bien al juego, pero que de nada sirve si tu Iker Casillas vive un partido contra Holanda perpetuo en cada partido que juegas. Es muy frustrante saber qué estás perdiendo (o ganando) por errores que no dependen de tu manejo. Eso es algo que hacía tiempo que no le pasaba a FIFA, y aunque aquí solo os estoy comentando lo malo, en mi croquis mental de la reseña esos errores pesan.

 

Lo que es de risa es esa sensación generalizada de una recepción decepcionante general de FIFA 15 en los medios y cómo muchos han abrazado por despecho a la competencia. Un apunte: que la obra de Electronic Arts pueda ser mejor o peor que la del año pasado no hará mejor a la de Konami. Juegan por separado. Si el resultado de PES no varía de lo que tenemos ahora en forma de demostración en Xbox One, Xbox 360, PlayStation 4 y PlayStation 3, si la prensa y el usuario comienza a premiar un paso atrás de la compañía por un demérito en su competición particular, estaremos cometiendo un error crítico para con el género futbolístico en el campo del videojuego.

 

Necesito seguir reflexionando, puede que la preparación del MGPodcast, que lo tendréis en un par de horitas disponible, me ayude a revisar ideas, pero por el momento os debo confesar que sí, que ando algo decepcionado con lo jugado con el FIFA 15 de verdad en la comodidad de mi casa. Algo que me dicen hace dos semanas y no habría creído.

<< Anterior Siguiente >>