Red social de next-gen: compartir rápido y cómodo

Compartir en el más amplio sentido de la palabra mediante nuevas redes sociales va camino de convertirse en uno de los elementos cruciales del futuro de las nuevas máquinas de videojuegos. WiiU ha dado un paso adelante importante con el MiiVerse, y no fuimos los únicos en pensar que ese camino marcado por Nintendo lo iban a seguir muy seguramente otras firmas y desarrolladoras con sus propias redes y sistemas. A pesar de llevar muchos años entre nosotros, las normas de esos espacios no están definidas y los límites que se escriben en ellas no están definidas por los creadores: las definen sus usuarios con sus actos y demandas, que acaban siendo los dictadores de un sistema sujeto a sus comodidades.

Entonces, ¿qué necesitamos para sacar partido a esas redes en las consolas de nueva generación? Motivos para usarlas e inmediatez. El mando de PlayStation 4 ha mostrado alguna de las intenciones de los japoneses con esas funciones que han sustituido al Select y el Start en una posición que se ha mantenido durante más de 15 años de familia PlayStation. Parece un acto sin mucha importancia, pero cuesta imaginar que no se va a apostar por ello y se va a cambiar tanto la estética del nuevo mando. El jugador necesita motivos para compartir sus avances y elementos con sus amigos cercanos, si se lo damos y le damos agilidad para hacerlo, colmarán esas redes con contenidos.

Las desarrolladoras tienen mucho trabajo en ese campo actualmente: deben encontrar una fórmula que se aleje y mucho de los últimos ejercicios que han involucrado a redes como Facebook y Twitter con los videojuegos. No queremos pantallazos, no queremos fotitos graciosas o los logros y trofeos que desbloquean en sus respectivos juegos: queremos elementos que sean compatibles con nuestros títulos y que nos permitan sacarle más rendimiento y sangre a la inversión que hacemos con cada producto. ¿Cómo? Es difícil adivinar cuál puede ser esa función, pero Bungie y 343 Industries ya han tanteado algo de ese contenido compartido en Xbox 360 y Media Molecule en PlayStation 3. Un ejercicio similar que lleve a todos los juegos del catálogo a ser un Halo o Little Big Planet gigante en cuanto a contenido y comunicación dentro de cada microuniverso que compone cada consola.

Queda mucho por caminar y ver, y estamos divagando únicamente con algunos elementos que hemos observado en un mando y con los primeros y positivos pasos del MiiVerse, que marca el primer punto de una generación más enfocada al 2.0 de la historia. La cantidad de usuarios que acumulan esas consolas on-line es tan grande que resulta impensable no lanzarse ya a crear sus propios espacios para sus jugadores. Si las consolas saben encontrar ese punto de interés en sus clientes y sabe borrar esa mala fama se hará algo realmente grandioso. Cuestión de tiempo y trabajo.