1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PC

Red Robin: Videojuegos y una joven de bandera

La importancia del carisma en los videojuegos
Por Rafa del Río

No es la primera vez que hablamos de personajes carismático en los videojuegos. Ya en su momento Kysu nos habló de su amor por los perdedores y Bruno se quejó de los protagonistas todo terreno, sin embargo, después de pasarme un par de tardes dedicado en cuerpo y alma a esa cosita tan divertida llamada Dragon Fin Soup no puedo menos que añadir mi granito de arena con un punto de vista algo diferente. 

 

¿Qué es el carisma?

Supongo que en los chicos de Vault Tec lo tienen claro, pero no es una definición demasiado acertada. Una cosa es el carisma, otra la manipulación y otra la personalidad, tres elementos muy diferentes que, sin embargo, a veces se confunde por los malditos juegos de rol.

 

 

Pero no nos liemos: El carisma de un personaje es todo aquello que hace que nos resulte atractivo más allá de su aspecto físico o su belleza. Lara Croft, la original, por poner un ejemplo, era muy guapa y muy bonica, pero tenía el mismo carisma que una caja de zapatos mojada o una pera de aguas mediana. Jade, de Beyond Good and Evil, sin embargo, era una protagonista muy carismática que junto a unos coprotagonistas igualmente carismáticos elevaba la categoría de un videojuego de por sí alucinante. 

 

El carisma es importante

Y si no que se lo digan a Conker, esa ardilla cabrona y mala sagre que consiguió salvar un juego que, por lo demás, no llegaba tampoco a ser ninguna maravilla. Plant Vs. Zombies, el primer Max Payne, el propio Peter Parker o las dichosas Supernenas son una demostración de personajes carismáticos, de individuos caricaturizados en su forma o su personalidad con los que podemos conectar aunque no tengamos por qué compartir intereses necesariamente. 

 

 

No obstante, el mejor ejemplo de la importancia del carisma lo tenemos en las mascotas. No sólo de los videojuegos, léase Mario y Sonic, sino también las de un equipo deportivo, una firma empresarial o una multinacional estranjera. Son la tarjeta de presentación de un organismo, producto o entidad, y de su carisma depende el primer paso hacia un conocimiento más profundo de lo que representa. 

 

Hablemos de Red Robin

Llegados a este punto, no puedo menos que hablar de Red Robin, la protagonista de Dragon Fin Soup y la culpable de estas letras que estoy escribiendo. Y es que es agradable cuando un juego de corte alternativo te sorprende -sobre todo si además es gratis-, pero más agradable es ver el mimo y el cuidado que la gente de Grimm Bros. han puesto en el desarrollo y diseño de la que es su protagonista. 

 

Red Robin cumple con todo los arquetipos de chica mala, pero lo hace con una sonrisa, con una actitud cercana que sin duda a muchos nos recordará a alguna gran amiga y a muchas puede que les lleve a identificarse con su actitud ante la vida. Es una chica peligrosa, valiente y fuerte, pero eso no la hace ser menos chica, menos divertida, mostrando una personalidad subyugadora que se preocupa por los demás y que a pesar de sus problemas de alcoholismo y actitud ante la vida sigue teniendo tiempo para sorprenderse, reír y disfrutar de las aventuras que vive. 

 

 

Creo, puede que me equivoque, que Red Robin podría ser un estandarte del feminismo en sí misma, precisamente porque no pretende más que vivir su vida y cumplir su tarea. No hay la necesidad de hablar de 'una mujer en un mundo de hombres' porque es lo suficientemente fuerte como para poder salir adelante sin necesidad de apoyarse en clichés, siendo guía y defensora de su propio camino. 

 

¿Le estoy dando demasiadas vueltas al muñeco de un juego sin demasiadas pretensiones? Es posible que si, pero cuando juegas a un juego y ves un protagonista con tanta fuerza y tanta garra, cuando llegas a la concusión de que te gustaría conocer a esta chica o te recuerda a alguien que ya conoces, te das cuenta de que a veces hay cosas que los triple A dejan de lado y que son los juegos que se crean por la más pura inspiración y vocación los que sí saben cuidar. 

 

¡Nos leemos!


<< Anterior Siguiente >>