Recordando Luigi’s Mansion 2
Aún con su inevitable calidad de secundario, Luigi se ha granjeado la simpatía de mucha gente por su particular carisma. A diferencia de Mario, en él podemos encontrar matices y hasta debilidades que no solo lo hacen más cercano, también más tierno; de otro modo hubiese sido imposible que un personaje como él nos resultase tan gracioso con su mirada maligna en Mario Kart 8, algo divertido por contrastar tanto con la imagen pacífica que tenemos de él.
Luigi es alguien que evita meterse en problemas, no tiene la valentía de su hermano mayor. Por eso resulta tan inteligente que Nintendo, a la hora de crear un juego para él solito, apostase por colocarlo en unas circunstancias ‘límite’ que, pasadas por el filtro cómico de los nipones, convirtiesen un juego de terror e investigación en una tronchante aventura llena de humor y exploración llamada Luigi’s Mansion.
Junto con la llegada de New Super Luigi U, la gran aportación al año de Luigi fue la secuela del Luigi's Mansion original de GameCube, un título en calidad de continuación que no acusó en ningún momento su condición de portátil -algo meritorio atendiendo a la buena factura visual que sigue ofreciendo el primero aún hoy- y que se atrevió a mirar sin pudores a grandes iconos de la exploración y el backtracking como los primeros Resident Evil (¿añadimos el último a la ecuación, no?) sin perder la originalidad y la brillantez que ya hace tiempo que son marca de la casa. Fue una bomba para el catálogo de 3DS y lo sigue siendo.
Puede que en Nintendo sean conscientes de ello, hablamos de un videojuego que pronto cumplirá cuatro años y sigue prácticamente a su precio de lanzamiento en la eShop. Es una pena. Luigi’s Mansion 2 es una joya del catálogo de la portátil que apenas se promociona en la tienda virtual y que merece su puesto en el Nintendo Selects, una aventura larga y abierta a la rejugabilidad que es difícil de encontrar si no optas por la búsqueda manual. Da hasta rabia, pero es una de las muchas sinrazones que hacen que la compañía siga siendo singular, para bien y para mal.
La obra de Next Level Games -mediante supervisión directa de Miyamoto- se distribuye por niveles que modifican la mansión principal mientras dan paso a nuevas zonas; es una utilización inteligente del backtracking porque recorremos zonas conocidas que varían en cada pantalla, con objetos que desaparecen y nos obligan a tener memoria y zonas a las que no podemos acceder todavía pero que vale la pena recordar. Además hay coleccionables comunes en todas ellas, objetos que solo debemos recoger una vez pero que encontraremos -si buscamos bien- en cada viaje a Villa Tenebrosa.
Luigi’s Mansion 2 vuelve a ser una lección de diseño de los japoneses al exprimir una mecánica tan básica la succión de un aspirador. Cada pantalla añade una nueva capa de profundidad al juego con nuevos enemigos que requieren su propia estrategia, la mejora de un arsenal con un equipo que ya no solo nos permite succionar si no también cegar al enemigo y otras cosas que es mejor descubrir por uno mismo, dando como resultado una obra que mezcla Pokémon, Resident Evil y hasta Monster Hunter. No sé si algún día estará rebajado pero si contáis con la portátil estereoscópica es uno de aquellos imprescindibles de su catálogo; servidor estaría encantado de presenciar una tercera parte en Nintendo Switch. Mientras, seguiré tarareando su pegadiza canción junto a Luigi.
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