Recordando Fallout: New Vegas, el favorito de muchos

Apenas dos años después del lanzamiento de Fallout 3 y su incursión en el yermo de Washington llegaba Fallout: New Vegas, una entrega no numerada de la serie en manos de Obsidian Entertainment que retomaba el universo de Bethesda en una nueva localización y con una nueva serie de elementos a tener en cuenta.

 

El balón no caía fuera de casa, dado que a la cabeza de Obsidian se encontraban viejos nombres propios de Black Isle que habían trabajado en los primeros Fallout, con Feargus Uruqhart y Chris Avellone entre otros. Respecto al juego, el escenario en esta ocasión era una mezcla de Nevada, California y Arizona, siendo el protagonista un mensajero superviviente con problemas de memoria que busca venganza contra el misterioso desconocido que lo envió a la tumba... de forma precipitada. 

 

 

Repitiendo la fórmula

Fallout New Vegas fue una entrega a caballo entre el spin-off y el episodio, llevándonos cuatro años después del punto de partida de Fallout 3 a una región distante del yermo estadounidense plagada de desiertos, cañones, la vieja Presa Hoover y el Black Canyon, con un Río Colorado que, sin duda, había vivido años mejores. En el papel de un mensajero que ha sido asaltado por un desconocido y que recuerda muy poco de su pasado, nos toca revivir el viaje y viajar a lo ancho y largo del escenario combatiendo con mutascorpius, mantis, necrófagos, supermutantes, mutarachas, sanguinarios y un largo etcétera de bichos y grupos de malotes -o buenotes- a derrotar. 

 

Continúan indemnes los clásicos de la saga, con algunas nuevas intrusiones como la de Sunset Sarsaparrilla, la bebida que pretendía desbancar a Nuka Cola antes del ataque nuclear, nuevas perks y habilidades y un motor de modificación de armas y equipos mucho más potente que el de Fallout 3, que en su tercera entrega apenas afectaba a unas pocas armas especiales. 

 

 

Rompiendo esquemas

Fallout: New Vegas supo seguir las bases de Black Isle, Interplay y Bethesda con los primeros Fallout y Fallout 3, pero añadiendo un buen puñado de elementos de su cosecha que hicieron que, para muchos, sea la mejor entrega de toda la saga. Al lógico aumento de arsenal con nuevas armas, equipos y atuendos se unía la ya mencionada posibilidad de personalizar nuestras armas y atuendos y mejorarlos, recibir la ayuda de varios personajes del yermo en forma de acompañantes con su propia línea argumental de fondo, y la inclusión de nuevas habilidades que daban mayor profundidad a nuestro personaje.

 

Una serie de añadidos muy interesante que cobraba especial importancia en el motor de facciones y el sistema de reputación de Fallout New Vegas, que nos permitía intimar con las muchas facciones del mapeado y vivir como carroñeros, saqueadores o miembros de las diversas bandas que poblaban el desierto de Mojave y alrededores. Una serie de facciones que, lejos de los clásicos roles de la saga, incluía a grupos tan variopintos como los Grandes Khan, la Legión de César, el ejército de las república de Nueva California y la organización del misterioso Mr. House.

 

 

Bebiendo de los primeros

Aprovechando el gran número de grupos, a los que habría que unir los mafiosos de Omertas, la ineludible Hermandad del Acero, los Remanentes del Enclave, los Boomers y otro gran puñado de tribus y pueblos, Obsidian recuperaba el sistema de reputación de Fallout 2 para su Fallout New Vegas. Con un sistema de karma del que el otro día os hablábamos a colación del mod de Fallout 4: New Vegas, se medía la afinidad y odio del personaje hacia las diversas facciones, lo que propiciaba un buen puñado de misiones propias y hasta cuatro finales diferentes según optáramos por colaborar con uno u otro grupo.

 

Esto, unido al modo Hardcore, que nos invitaba sobrevivir de forma realista en el Mojave teniendo que abastecer nuestras necesidades básicas de sueño, hambre y sed, conformaron a Fallout New vegas como uno de los juegos favoritos de los seguidores de la saga. Hasta tal punto, que en Fallout 4 veríamos implementados muchos de los aciertos de Obsidian, como el sistema de acompañantes, que despliega nuevas misiones, la posibilidad de mejorar y modificar nuestras armas con muchas más opciones y un sistema de karma menos obvio que en New Vegas pero más natural. 

 

Y hasta quí llegamos, a la espera de continuar con Fallout 4, sus diferencias y logros en la saga, la aparición de los mods en consola y sus mejoras en Xbox One X. Os dejo mientras enlaces al texto que repasa Fallout 1 y 2, el artículo sobre Fallout: Brotherhood of Steel, y Fallout 3. Un momento genial para ir recordando estos juegos a la espera del anuncio de Fallout 5 que, si las fuentes son fiables, podría anunciar fecha de lanzamiento en el próximo E3.

 

¡Nos leemos! 

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