Randal´s Monday, Lucas Arts y Thimbleweed Park

Randal´s Monday, trabajo de Nexus Game Studios, prometía recoger la herencia y las sensaciones de las aventuras de Ron Gilbert y compañía y traerlas aquí. Sus armas serían la misma que las de aquellas: diálogos ingeniosos, puzzles desconcertantes y personajes entrañables. Pero ¿es eso lo que define a una aventura de Lucas Arts?

 

Sin duda sí, pero pero esos tres elementos también pueden encontrarse en otro tanto puñado de aventuras gráficas. La gracia de un Monkey Island, entre otros, radica en la elegancia al presentar todas esas partes. Guybrush cuenta con conversaciones chispeantes, pero también elegantes y breves, como un latigazo, como un perfecto chascarrillo. Los puzzles son desconcertantes, pero sabes siempre que ahí hay que hacer algo y hasta te formas una idea de con qué; y los personajes son delirantes, pero incluso dentro de sus personalidades extremas, son diseños muy bien construidos.

 

Randal´s Monday comete errores en estas tres partes, porque cae en la verborrea, en la entrega de conversaciones interminables que buscan continuamente un chiste sin rematarlo. Sus puzzles no están bien resueltos en lo narrativo, muchas veces sirven solo para la construcción de un gag que, al representarlo, hace que el enigma se resuelva solo por el bien del guión. Y los personajes son hilarantes, pero su construcción es irregular.

 

Randal´s Monday no es por ello un mal juego, pero le pesa mucho querer acercarse a obras inmortales y no ser capaz de caminar a su lado. Más bien recuerda el fan gritón que quiere llamar la atención del héroe que tanto admira. Tiene buenas ideas, tiene material y es divertido, pero el agravio comparativo le pesa tanto que llega un instante que te apetece quitarlo y ponerte un Maniac Mansion.

 

Y en esas, llega Ron Gilbert y dice “dicho y hecho”. Thimbleweed Park los reúne a él y a Gary Winnick, en una aventura gráfica de una estética similar a la de aquellos, con cinco personajes a controlar, finales distintos y toda la locura de antaño. En toda la cara, Randal´s Monday.

 

 

Este es el gran peligro de buscar inspiración en algo tan mítico como un mono de tres cabezas, que si no añades una cuarta, el juego se queda cojo, sin ser capaz de dar un paso más allá. Randal´s Monday sin duda es divertido y es una desenfadada aventura gráfica con mil referencias a nuestro medio, y saltos en el tiempo (o frenazos, más bien), pero aquello a lo que se quería parecer es, precisamente, su enorme gran punto negativo.

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