¿Quién le ha robado el alma al prota de Pokémon Sol y Luna?

Pokémon Sol y Luna tiene un gran aliado que todos apreciamos a simple vista: su nuevo aspecto gráfico. Ahora vemos a los Machamp a su tamaño, también a las calles y los vehículos, y eso se agradece. Un mejor aspecto gráfico permite explicar mejor las cosas que vemos y se presentan a nuestro alrededor, pero también evidencian ciertas carencias.

 

Pokémon Sol y Luna cuenta con unos planos de filmación de sus cinemáticas que quieren ser similares a los de la serie de animación, lo cual está muy bien. Se nota cómo ambos productos han sabido retroalimentarse hasta encontrarse aquí en una dulce simbiosis; pero claro, en ese encuentro se presenta un problema: el protagonista.

 

 

Los héroes de Pokémon son mudos e inexpresivos, algo que no importaba demasiado cuando los juegos no estaban tan cercanos al anime en su presentación. En los anteriores y en este nos encontramos con un personaje mudo, parco en palabras y que deja que los demás hablen por él; algo a lo que estamos acostumbrados y que no supone ningún problema, pero su lenguaje corporal sí que lo es.

 

Nuestro entrenador suele ir acompañado de personajes que son muy expresivos, se mueven, cierran los ojos, sonríen… son el acento perfecto a las situaciones que se producen a nuestro alrededor. Para enseñarnos esto, la cámara enfoca a nuestro personaje y los tiene a ellos al fondo y descubrimos que son ellos los que expresan lo que siente el héroe. La sensación que se transmite es curiosa: ¿no tenemos emociones? Vale que no hablemos pero ¿tampoco sentimos? Si el resto de nuestros aliados no se emocionara o riera tanto quizás no lo notaríamos demasiado, pero lo hacen.

 

Entiendo que se quiera entregar al jugador un personaje anónimo para que el lo moldee a su gusto, pero ese anonimato puede lograrse también a través de sus gestos. Si en el editor de personaje se nos dejara elegir un juego de reacciones en función a una personalidad la inmersión seguiría siendo la misma en los términos del juego, pero nuestro entrenador encajaría mejor en él.

 

Admiro el trabajo de Game Freak en construir un mundo más rico, interesante y coherente en este maravilloso Pokémon Sol y Luna, pero a medida que juego y juego descubro cómo a nuestro personaje le cuesta ponerse al nivel de ese grado de riqueza y profundidad visual; una lástima, ¿quizás en Pokémon Eclipse? Los movimientos Z intentan darle ese toque emocionante a nuesto entrenador, pero incluso al ejecutarlos su expresión apenas cambia.

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