Que Watch Dogs 3 se vaya a Londres es una magnífica noticia

Si ayer os hablaba del casi confirmado salto de Assassin’s Creed al mundo nórdico, hoy me toca hacer lo propio con Watch Dogs y su más que probable nueva localización. Londres parece ser la ciudad elegida, el lugar escogido para que volvamos a espiar con drones, hackear semáforos y saltarnos sistemas de seguridad.

Se intuye que iremos a la capital británica por dos razones, la primera por ese final actualizado de Watch Dogs 2 en el que se añadieron unas coordenadas que nos llevan a Brixton, y la segunda porque las mismas fuentes que han dado validez a lo de Assassin’s Creed Vikings han dicho lo mismo sobre el viaje a Londres. Y es un salto, creo, que beneficia profundamente a la franquicia.

 

Si de algo flaqueó Watch Dogs 2, al menos para quien no se lo quiera tomar como un GTA, es en su uso de las armas como alternativa válida a todo lo referente a los gadgets de hackeo. No había penalización por disparar a la cabeza, ni premio para quienes se preocupasen de usar la opción no letal, el sigilo y las herramientas propias de Marcus. Pero el Reino Unido no es territorio yanki.

Como desgraciadamente sabréis, el nivel de alerta terrorista de Londres es el máximo, lo que a su vez implica que la posesión de armas es algo muchísimo más controlado, medido y penado. Sería interesante que Ubisoft sacase partido de esa circunstancia para animarnos a elegir acercamientos menos expeditivos; que el peso del dron, el saltarín RC y la vulnerabilidad de algunos elementos electrónicos del escenario sustituyan la importancia de las armas de fuego. Que seas más hacker y menos mercenario.

 

Si, como bien parece, el tono a seguir es la alegría de Marcus y su pandilla en detrimento de la seriedad y la apatía de Aiden, también tiene sentido dejar al margen cierta visceralidad innecesaria. Ser coherente, vaya. Pero ya no es solo por eliminar la disonancia del prota simpático de día pero asesino escopeta en mano de noche, es que Watch Dogs es una saga que se disfruta mucho más siendo inteligente, evitando el gatillo fácil. Londres puede ser un lugar ideal para demostrarlo, ojalá se aproveche la ocasión.

<< Anterior Siguiente >>