¿Qué tiene que hacer Square-Enix para explicar Kingdom Hearts?
La misión más difícil que tiene Square Enix entre manos no es convencer que su nuevo Final Fantasy En Coche y A Loco XV regenerará el tan machacado JRPG, tampoco ser capaces de sacarse de la manga un nuevo modo de exprimir los capítulos originales, o buscar nuevas plataformas para pasearlas; qué va. La labor más complicada de la desarrolladora es explicar Kingdom Hearts.
El nuevo HD Remix sale el 5 de diciembre, y creo que a todos nos ha quedado claro que estas compilaciones son maravillosas. El primero le dio un muy buen lavado de cara al original, y este hace lo propio con el segundo (pese al gigantesco tirón de orejas por no incluir el doblaje original). Hasta aquí, la trama general de la serie es más o menos coherente. El original y el Chains of Memories, y hasta los primeros compases del segundo, guardan un guión digerible, pero luego la cosa se va de madre.
Square Enix han publicado una imagen que resume el capítulo anterior; claro, la fácil, la que no te vuelves loco para comprender. Pero yo ahora pregunto: ¿qué tiene que hacer Square-Enix para dejarnos claro, de una vez por todas, de qué va todo este lío? Y, sobretodo, hacia donde va.
Kingdom Hearts DDD lo intentó también a través de pequeños extractos para leer en sus tripas; quizás el único acierto del que ostenta el dudoso honor de ser el peor Kingdom Hearts de todos, título que enarbola, mano a mano, con el 358/2 days (que se salva por el lacrimógeno desenlace). Pero, aún así, poco queda claro.
Más cuando, entrega tras entrega, Kingdom Hearts se empeña en añadir más matices, más tipos de cosas raras que le salen a uno cuando se deja querer por la oscuridad. Y a mí siguen sin explicarme lo que ocurrió con el clon de Rikku que aparece en Chains of Memories.
Una cosa sí es cierta: este embrollo logra que las partidas que volvemos a echar a un Kingdom Hearts tengan el mayor de los sentidos. Jugando ahora con entusiasmo al Kingdom Hearts II (el último JRPG de Square Enix por el que les aplaudo) voy ordenando cada elemento que me parece que está en el aire, le pongo rostro a mis dudas e intento poner cada cosa en su sitio. Pero es dificilísimo, porque siempre uno tiene la sensación de que falta algo, de que una pieza se le escapa, de que no comprende el porqué tras todo este jaleo.
Y cada nuevo juego llega con la promesa de ordenarlo todo, pero claro, a través de una nueva trama, con nuevas versiones de los protagonistas originales que lo único que consiguen es que sepas que hay un malo muy malo que está ahí, a tope, con la oscuridad, y unos héroes que están ahí, a tope, con la luz. A ver si ahora que Disney le hace cariñitos a Lucas, en el Kingdom Hearts III aparece el emperador del imperio y, en su estrella de la muerte, nos hace entender que todo fue un plan suyo desde el principio, una argucia para crear a los midiclorianos; me lo creería. Yo de Kingdom Hearts me lo creo todo, como buen fan. Aunque también, como buen fan, cada día entiendo menos.
De todos modos, para rematar bien este artículo y que no sea solo un montón de odio hacia una saga que se acabó malogrando, os pasamos un esquema (que Bruno me ha señalado, bendito él) que lo resume todo de un modo fácil; pero ya os digo que, ni así, queda claro todo del todo.
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