¿Qué necesita un indie para triunfar como eSport?

¿Qué necesita un indie para ser un videojuego de éxito? Es una pregunta sencilla cuya respuesta… bueno, no lo es tanto. Muchos títulos de grandes compañías tampoco son capaces de responder a ese tipo de preguntas. A veces la fama surge, sin más, si bien es cierto que tiene que haber algunas claves. Voy a especificar todavía más la pregunta: ¿qué necesita un indie para triunfar en los eSports?

Como ya hemos hablado muchas veces, un eSport es un videojuego como otro cualquiera. Lo único que lo diferencia es que éste vive en el aspecto más competitivo de sí mismo, lo que además le asegura una audiencia, un público, unos seguidores. Un eSport no es sólo el juego, sino el fenómeno que surge a su alrededor.

Si pensamos en los grandes títulos que llevan la etiqueta de deporte electrónico, el primero que nos viene es League of Legends. Seguido quizás de otros como Overwatch, Dota 2 o Counter Strike. Todos ellos (salvo en el caso del shooter de Blizzard) empezaron con poco y acabaron convirtiéndose en algo muy grande. Ahora están bajo el amparo de grandes compañías con mucho poder adquisitivo. El dinero hace posible las competiciones, los torneos, y las instalaciones.

Las desarrolladoras independientes, en la mayoría de los casos, no cuentan con un importante poder adquisitivo. Pero en realidad, el dinero no tiene por qué ser una barrera para crear un eSport. Al final, importa lo mismo que con cualquier otro juego: hay que saber destacar de alguna manera. Posiblemente, a través del talento, del trabajo bien hecho o de, simplemente, sacar una idea completamente única.

En España tenemos muchos indies que buscan hacerse un hueco en la industria. Algunos de ellos, como Way of Redemption, pretenden, además, hacerse un hueco entre los deportes electrónicos. El punto clave sigue siendo el mismo: hay que buscar ser único, demostrar ser un juego competitivo que tiene algo que ofrecer. Está bien sacar el decimonoveno MOBA del año, pero arriesgarse tampoco está mal.

Por poner un ejemplo más internacional: Rocket League. Un juego cuyos creadores tuvieron la increíble y absurda idea de mezclar dos elementos de éxito seguro: los coches y el fútbol. En el caso español que antes menciono, se ha mezclado voleibol con… muchas cosas bonitas, y el resultado ha sido el Windjammers de 2017.

Eso sí, hay que tener en cuenta que, cuando no hay dinero, más nos vale tener carisma. Carisma para atraer al público y carisma para mantenerlo ahí. Sólo de esa forma conseguiremos llegar a cada vez más seguidores y hacer de nuestro juego un gran éxito de los eSports. ¿Habéis tomado nota?

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