1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

¿Qué hace bonito a My Time At Portia?

La magia de un videojuego.
Por Kysucuac

Los videojuegos de simulación del estilo de Harvest Moon y Animal Crossing están por todas partes. Han ganado mucho éxito y todo el mundo los adora. Sin embargo, pocos hay tan llenos de magia como My Time At Portia, título de Team17 y Pathea Games que se presenta mezclando todo lo bueno de los farming simulator con los RPG de aventuras. El resultado es algo precioso que parece que apenas se puede explicar con palabras. Pero yo, por llevar la contraria por lo menos, lo voy a intentar.

 

Nuestra experiencia en My Time At Portia empieza con un sencillo editor de personajes que nos permite elegir entre ser chico o chica (dentro de los roles estándares que todos conocemos), además de cambiar un poco nuestro aspecto a través de peinados y colores. Pero que no os engañe la sencillez gráfica de este mundo, porque tiene más de lo que vemos. Una vez creado nuestro avatar, desembarcaremos en Portia, un lugar que parece recuperarse de una catástrofe y que empieza desde cero, como nosotros, que hemos heredado una propiedad de nuestro querido padre, quien se encuentra en la otra punta del mundo.

 

¿Pero qué esconde My Time At Portia?

Mientras vamos crenado diferentes objetos para una sociedad reiniciada, también nos vemos teniendo que establecer vínculos amistosos con nuestros vecinos de la aldea, lo que ya nos recuerda un poco más a los juegos que conocemos muy bien. Tanto sus gentes como la aldea en sí se encuentran sumergidas en una atmósfera cálida y acogedora. Cada pixel de My Time At Portia rebosa magia, como si cada nube, cada casa, cada flor y cada brizna de hierba merecieran nuestra atención detenidamente. Los colores vivos, el paso del día y de la noche  o el clima se vuelven todo un conjunto único y especial que genera una experiencia sorprendente.

 

En My Time At Portia nos movemos (con WASD, por cierto) con total libertad, y podemos ir recorriendo sus adorables calles. En ellas encontramos una gran cantidad de establecimientos. Comercios, restaurantes, bares, una peluquería, un hospital… Todos ellos con sus horarios de apertura y cierre, dándole más realismo al juego. Ahí no acaba todo, claro. Este juego está lleno de “minijuegos” con los que podremos adentrarnos y enamorarnos de su mundo. Podemos jugar a piedra, papel, tijera e incluso a pegarnos toñas, como si esto fuera otro juego de lucha más.

 

Pero la base del título es el crafteo. Como cualquiera del género del que bebe, nos tocará crear herramientas para nuestro taller, aunque también podremos crear muebles y hasta armas. La gente de la aldea nos reclamará diferentes recados para que vayamos obteniendo misiones y recompensas.

 

Además, estamos ante un título que a simple vista parece un juego más de los que te puedes llegar a encontrar por Facebook, pero con mil rincones esperando a que nos demos cuenta de que Portia esconde una magia que pocos poseen.  


<< Anterior Siguiente >>