¿Qué ha pasado con Heroes of the Storm?

A poco menos de dos meses para la Blizzcon, y mientras sigo jugando la aventura de Montaña Roca Negra, me ha dado por cuestionarme la existencia. ¿La nuestra? ¿La del universo? ¿La del 42? ¿La de la lombriz de tierra? No, la de Heroes of the Storm.

 

Durante su fase beta y el mes de su lanzamiento, Heroes of the Storm fue como una revelación. Algo nuevo que llegaba, como carne fresca, al catálogo de los MOBA. Ofrecía algo que nadie había ofrecido hasta el momento: partidas de 20 minutos, ágiles, rápidas, dinámicas, basadas en estrategia, no simple juego de líneas. La variedad de mapas y la posibilidad de jugar como uno de los más famosos personajes del universo Blizzard hacían el resto. Era una apuesta segura.

 

No obstante, parece que ahora no es más que un gigante dormido. Ha ocupado el lugar que le corresponde, como todos los demás: a la sombra de League of Legends. Es una pena, pero Heroes of the Storm no ha conseguido despertar la curiosidad de tantos jugadores como le gustaría a la compañía, aunque ello no quiere decir que haya sido un error. Simplemente, se ha quedado en un segundo plano.

 

Se une así al padre de todos, Dota 2, y a otros que han intentado llegar a alcanzar a la Liga de Leyendas pero se han quedado en el camino. Han cosechado sus éxitos, sí, pero las cifras de éstos se quedan por los suelos ante el MOBA de Riot. ¿Es eso lo que le ha pasado a Heroes? ¿Lo ha intentado y, al no conseguirlo, se ha quedado en el pequeño rincón de los “You tried”? En noviembre llegará la Blizzcon, una fiesta por todo lo alto... pero ha habido un cambio sutil en los anuncios de Blizzard que me ha llevado a este pensamiento.

 

Antes, cualquier personaje nuevo en Heroes of the Storm era todo un evento. Vídeos, gameplays, anunciados con mucha antelación... Todo se llenaba de los héroes del Nexo. Facebook, Twitter, Battle.Net... ¡Hasta los paneles del centro comercial que tengo al lado de casa (y mira que vivo en el quinto pino) se llenaron de Heroes of the Storm! Pero ahora parece que se conforma con seguir adelante, sin levantar sospechas, pero sin levantar, tampoco, pasiones.

 

A quien le guste, le seguirá gustando. Porque Blizzard lo único que puede hacer es traer más contenido: más mapas, más personajes, nuevas formas de jugar. Así que si las mecánicas te gustan, tú vas a seguir ahí. A quien le guste, pero sea jugador de League of Legends, se va a volver a la Grieta del Invocador, y ya si acaso se pasará por el Nexo una vez cada tanto, por cumplir. Es una pena, ya que siendo Blizzard y siendo una forma de reunir WoW, Starcraft y demás títulos tan acertada, se ha quedado con un tímido éxito que, quizás, no debería ser tan tímido. Al menos, siempre nos quedará Hearthstone.

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