Quantum Break debe tener el sello Remedy

Todos tenemos gustos bien diferentes y es obvio que un mismo videojuego no puede gustar de la misma manera a todo el mundo, pero sí que se puede llegar a un acuerdo para discernir si una obra es buena, regular o mala, más allá de tus propios gustos. Sin embargo, en los últimos años estamos siendo testigos de algunos sucesos muy especiales que generan debate y lo seguirán haciendo durante muchísimos años, como puede ser el caso de Metal Gear Solid V The Phantom Pain. Esa característica tan peculiar es lo que para mí hace todavía más especial a la obra, pero son muy pocos los juegos que al final consiguen hacerlo. 

 

Remedy demostró con Alan Wake que no solo es capaz de crear una obra que no dejara indiferente a nadie (para bien y para mal), sino que fue ideada desde el principio para conseguir eso mismo. Desde el inicio se nota que el estudio no quería hacer una obra similar al resto, con muchas particularidades y formas muy diferentes de hacer las cosas. El resultado es obvio: gente que lo ama, personas que lo odian y otros tantos que lo adoran y lo aborrecen a partes iguales. Pero eso es lo que hace a esa obra única y especial, al igual que a su estudio. 

 

Es por ello por lo que pido al próximo juego de Remedy, Quantum Break, que consiga ofrecer el mismo tipo de obra que no deje indiferente a nadie. Es uno de los mayores temores que tengo ahora mismo antes de que el juego aparezca el próximo mes de abril: por un lado se nota que va a ser algo especial con esa intención de mezclar el videojuego y esa serie con actores reales, que además se va a adaptar a nuestras decisiones; pero por otro veo un juego que quizás ha nacido con una presión por tratar de agradar a cuanta más gente mejor, que puede que termine lastrando al producto final. 

 

 

Todavía queda un tiempo hasta que podamos averiguarlo por nosotros mismos, pero lo que quiero de Quantum Break es que tenga ese sello Remedy que hemos visto en Alan Wake. Prefiero un juego especial, característico y único que no deje indiferente a nadie (incluso si por ello no me gusta) antes que encontrarme con un título de acción en tercera persona con coberturas, clásico, cuya única innovación es incluir escenas con actores reales y ya está, a pesar de que ese juego pueda llegar a ser notable o sobresaliente. 

 

Quiero que Quantum Break sea otro de esos juegos que no dejen indiferente a nadie por su propia naturaleza, y no hay un mejor estudio de desarrollo para conseguirlo. 

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