1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS3

Puppeteer, una bonita cabeza sin alma

Si Pixar hiciese un videojuego...
Por Víctor Junquera

No es que hayamos dejado pasar una de las grandes exclusivas de PlayStation 3 para el comienzo del espectacular otoño que se le viene por delante a Sony, pero, la verdad, se ha llegado a hacer un poco cuesta arriba terminar con Puppeteer, un juego que cuenta con grandísimos valores, pero que descuida el ritmo de juego y no da motivos para aprovechar todo lo que ofrece.

 

Puppeteer nos hace fantasear con un videojuego hecho por Pixar, la buena Pixar, la de los mundos imaginativos bien exprimidos y las animaciones y texturas que hacen que pienses que es casi real. Puppeteer es alucinar con papel, madera, tela y piedra tan bien realizados que parece difícil pensar que se muevan por sí solos. Es original y plantea el mundo del teatro de marionetas a la perfección, con cambios de escenario, con palos y cuerdas moviéndolo todo,... Es un puro espectáculo tanto para el adulto como para el infante.

 

El problema es que en cuanto a juego se refiere, está demasiado enfocado en ese niño que juega casi por primera vez a un juego, es fácil y supone poco reto, te lleva constantemente de la mano y Pikarina, la acompañante de Kutaro, siempre te dice lo que tienes que hacer si te demoras más de cinco segundos en encontrar la solución. La posibilidad de control para un segundo jugador vía PlayStation Move, más que un modo novia es un modo padre para indicar y hacer el tipo de búsquedas secundarias de las que un niño pasaría, haciendo revolotear a un hada por la pantalla tocando todo lo que sea susceptible de ser tocado para encontrar secretos.

 

 

Y son esos secretos los que deberían darle un poco de alegría al juego, las cabezas coleccionables que encontrar en lugares inverosímiles deberían ser un poco más Dynamite Headdy y no tan atrezzo secundario. Que cada cabeza tuviese un ataque exclusivo ya sería un gran motivo para querer buscarlas todas, pero en realidad lo único que tienen es una función que, en determinados lugares, desbloquean un evento secreto que bien te puede llevar a una fase bonus o a descubrir una nueva cabeza para repetir el proceso. Un centenar de cabezas diferentes no tienen el aliciente suficiente.

 

A pesar de esto, que hace que te encuentres con menos variedad de la que podrías esperar, aunque otorgue un mayor valor de rejugabilidad (sin mucho interés) a las 21 fases del juego, Puppeteer hace que Kutaro progrese constantemente encontrándose nuevos tipos de fase, nuevos enfrentamientos a jefes colosales y nuevas armas a su disposición con las cuatro cabezas que sí dan habilidades como lanzar bombas o proyectar un escudo mágico.

 

Sumando nuevas habilidades para la tijera mágica y estas habilidades extra, conforman una buena progresión del personaje, que siempre es un buen incentivo para avanzar, pero entre niveles que se hacen muy largos y la memoria y precisión que exige llevar la cabeza adecuada para revelar un nuevo secreto que al final no merece tanto la pena, Puppeteer acaba por empañar lo que en un principio era una puesta en escena soberbia, entre doblaje, actuación, estética y apartado gráfico. No es un plataformas imprescindible, pero su originalidad merece la oportunidad.


<< Anterior Siguiente >>