Pros y contras ¿Qué me ha parecido Nintendo Switch?
Quince días antes del lanzamiento de Nintendo Switch comenzaron a entrarme dudas sobre si debía comprarla o no. Con la reserva ya hecha y las ganas de poner mis manos en ella disparadas por mil, la ausencia de datos reales de su potencia y el hecho de que, bueno, al fin y al cabo Zelda también iba a salir en WiiU me hicieron dudar si mantener la reserva o cancelarla. Al final me hice con ella y debo decir que estoy encantado. Sin embargo voy a intentar alejarme de la magia de ese Zelda que me tiene loco y contaros, un poco por encima, lo que os váis a encontrar si al final optáis por haceros con una.
Una consola 100% Nintendo
Lo primero que voy a deciros es que Switch es una consola 100% Nintendo en todos sus aspectos. ¿Qué significa esto? Pues que váis a encontrar una plataforma terriblemente sólida con una consola que no suena, no chirría, trabaja terriblemente rápido, no se recalienta y da la sensación de ser capaz de aguantar todo lo que le echen.
La firma Nintendo está detrás de un sistema que parece hecho para aguantar, en la línea de productos anteriores. Junto a él, tenemos unos JoyCon bastante resultones que echándole un mínimo de inteligencia no deberían suponer un problema para nadie y que, a pesar de su pequeño tamaño, resultan muy cómodos de utilizar tanto por separado en cada mano como en su función de mandos independientes o en su soporte 'perrito'. La vibración es una pasada, el lector de amiibos, situado en el stick derecho, funciona de lujo, y dan la sensación de ser bastante sólidos si tenemos en cuenta toda la tecnología que llevan dentro.
Los mandos, a falta de probar el Pro Controller, son terriblemente cómodos a pesar de que al principio parecen ridículamente pequeños. Como jugador con tenidinitis crónica y síndrome del túnel carpiano que está acostumbrado a tener que hacer pausas cada tres horas y media para meter las manos en agua caliente con sal, con el mando perrito no he tenido absolutamente ningún problema y he podido jugar hasta 8 horas con pequeñas pausas sin problemas en las manos. La captación de movimientos es más que buena y como decía, la vibración es una gozada.
Como problemas, por mencionar algo negativo, cuando llevas un rato jugando y tus manos 'se relajan' es fácil pulsar sin querer el gatillo izquierdo, algo que puede animarte a hacerte con el Pro, aunque es algo que se soluciona tras haberte acostumbrado al mando. Respecto a las quejas por meter mal los JoyCon y romper la consola, es algo que usando un mínimo la cabeza o leyendo las instrucciones no debería pasar. Baste con decir que en la consola los botones Home y Share van abajo, y que con las 'tapitas' individuales hay que desbloquear el pestillo de la correa y colocar el positivo '+' con el postivo y el negativo '-' con el negativo.
Menor potencia, mayor eficacia
Nada más empezar a jugar te vas a dar cuenta de que el fotorrealismo de sus hermanas mayores está fuera del alcance de Switch, o al menos no al mismo nivel. Sin embargo, la alternativa que usa Switch en sus juegos, en Zelda por ponerlo de ejemplo, es regresar a su lenguaje visual en los videojuegos y trabajar duro en ofrecer lo mismo que PS4 o One pero a niveles diferentes con resultados, en ocasiones, mejores.
La llegada de la nueva generación a Sony y Microsoft se tradujo en las partículas, la posibilidad de meter humo, mejores efecos climáticos, mayor vida animal y mover más elementos en pantalla. Switch consige lo mismo en Zelda con otro motor gráfico, y decora sus campos con insectos, pájaros, animalillos, animalotes y un viento que actúa sobre el mundo con unas físicas que parecen imposibles a día de hoy, y más en la menor de las tres consolas en cuanto a edad y potencia.
La sensación final que deja Switch es que hay un mayor trabajo de pulido en su software, lo que asegura que, a pesar de lo que digan los números, sus títulos podrían estar más que a la altura de los de la 'competencia'. No obstante también encierra un problema, y es que las third parties podrían no estar por la labor de explotar estas bondades de la máquina y limitarse a hacer ports limitando sus juegos en Switch.
Un aspecto limpio y veloz
Entrando en temas como el navegador y la interfaz, Switch vuelve a mostrar que es una consola de Nintendo con un interfaz de usuario y un navegador de aspecto limpios y sencillos que funcionan a las mil maravillas. A la vez demuestra haber aprendido de errores anteriores y trabaja a gran velocidad con internet. Para que os hagáis una idea, en un momento en el que los parches y las actualizaciones de consola suelen significar una media de hora y media para acualizar la consola recién comprada y alrededor de una hora u hora y media para los parches día uno de los juegos, Switch se me actualizó en menos de cinco minutos y Zelda hizo lo mismo en ocho minutos y medio.
La misma tónica sigue el funcionamiento de la consola a la hora de usar juegos y aplicaciones, con un botón Home que nos lleva al menú genérico y de la eshop de forma automática pudiendo hacer compras rápidas y sencillas sin salir del juego. El botón de captura es otra maravilla, sin tener que salir a un engorroso menú y guardándolas de forma automática sin bloquear la pantalla ni interrumpir la acción. Podemos elegir de antemano si queremos guardarlo en la memoria interna o en la tarjeta micro SD. Incluso podemos crear nuestros propios memes con el editor que incluye la consola aprovechando las capturas hechas in game.
Pros y contras
No obstante, a pesar de todo lo dicho, hay que adelantar que es posible que Switch no sea una consola, de salida, al alcance de todos los públicos. Por un lado tenemos un sistema potente y sólido que, sin embargo, está presentando algunos problemas menores como el de los leves arañazos en la pantalla al insertar la consola en el dock o la imposibilidad de copiar partidas guardadas fuera de la memoria interna de la consola, algo que es de esperar que se instaure en algún momento.
Por otro lado tenemos el tema de la potencia, que si tienes un PC, una PS4 o una Xbox One puede importar poco, pero si es tu única opción de dar el salto a la nueva generación y para ti el fotorrealismo es importante, sí puede quedársete algo coja en los títulos de las third parties. Como decíamos antes, en los juegos propios y de first parties seguramente ni se note, pero en ports y demás es más que posible que la cosa no acabe de funcionar del todo bien. Habrá que esperar a Skyrim.
Otro elemento a tener en cuenta es su catálogo de juegos, que sigo pensando que es bastante más completo que el de otras consolas en su momento de salida, si bien es cierto que tira de indies y un exclusivo transgeneracional que también está disponible en WiiU. Hay que esperar a ver todo lo que está por venir y que os incluyo en la siguiente imagen a modo de resumen.
Finalmente está la consola en sí, el motivo por el que yo estoy contento con mi compra y que incluye un sistema muy sólido que vuelve al concepto 'consola' frente a las nuevas consolas, que son más 'ordenador'. Una consola que no hace ruido y que se mantiene en modo de espera sin calentarse y devolviéndonos al punto en que dejamos el juego en cuestión de segundos, y una plataforma de juegos que ya con este Zelda nos ha recordado por qué Nintendo sigue siendo Nintendo por mucho tiempo que pase.
¿Merece la pena comprarla? Todo es cuestión de perspectiva. Es una gran consola y tiene ese punto de poder llevarte el juego donde quieras que, curiosamente no he tratado en el texto porque incluso en su faceta de sobremesa tiene armas más que de sobra para defenderse. Si tienes WiiU tal vez merezca la pena esperar a que baje de precio el sistema y sus juegos, y si no tienes nada es posible que te merezca la pena tirar de PS4 o One aprovechando sus ofertas. No obstante, Switch es más que una consola complementaria: visto lo visto tiene más que de sobra para convertirse en una plataforma de juegos única por sí misma. Así que sí, os toca decidir a vosotros, pero si tenéis la opción, probadla a través de un amigo porque no os váis a arrepentir.
¡Nos leemos!
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